'Sigue habiendo muchísimos desahucios'

Hablamos con militantes de la comisión de Vivienda de la Asamblea Popular 15M de Carabanchel para ‘tomar el pulso’ a este problema en el Distrito

ROBERTO BLANCO TOMÁS

Los desahucios ya no tienen tanta visibilidad en los medios como hace cuatro o cinco años, pero los que vivimos en barrios de trabajadores sabemos que siguen produciéndose a montones. Si queremos saber cómo están las cosas en este frente en nuestro Distrito, lo mejor es preguntar a quienes están en primera línea. Por eso, este mes hemos hablado con Yuri, Jorge, Raquel y Elsa, militantes de la comisión de Vivienda de la Asamblea Popular 15M de Carabanchel.

¿Cómo diríais que está la situación de los desahucios a día de hoy en este distrito?

Jorge: Sigue habiendo, aunque están muy invisibilizados porque aparecen menos en los medios de comunicación. Los desahucios son una lacra horrible: en este país hay uno cada ocho minutos, y a Carabanchel, como distrito trabajador, le afecta muchísimo.

Raquel: Lo que ha ido cambiando quizás es el perfil de las personas desahuciadas: en un principio eran gente que tenía una hipoteca, pero poco a poco eso fue variando, y ahora ya hay gente que a lo mejor ha estado durante unos tres años con un alquiler social y que ya no le renuevan, o que no ha podido llegar a pagarlo… También está la gente que ha recuperado viviendas, que se habla tan vilmente de “okupas” como si ellos tuvieran toda la culpa… No creo que a ninguna familia le guste estar en esa situación...

Elsa: Sí, sobre todo aquí en Carabanchel está siendo muy duro el tema de desahucios por recuperación, y lo están criminalizando. La vivienda pública ya casi no existe, la han vendido, la gente tiene que vivir en algún sitio, y lo que hace es recuperar vivienda. Nosotros desde la asamblea les apoyamos e intentamos regularizar esa situación, aunque nos lo están poniendo muy difícil, porque los bancos han vendido todo a los fondos de inversión, una forma de deshacerse del problema, y con los fondos está siendo muy difícil tener un interlocutor válido.

Y mientras la burbuja inmobiliaria se está volviendo a hinchar… En esta zona ya están también altos los alquileres...

Raquel: Sí, entre 500 y 600, y además con un montón de requisitos: aval bancario, nóminas, dos meses de fianza y demás... Pero creo que esto también tiene relación con el plan que tiene el sistema financiero para esta zona... ¿Por qué les interesa tanto una vivienda en Carabanchel, que no es una vivienda en Latina o Malasaña? Creo que es porque toda la almendra central de Madrid se está dedicando a la gente que tiene un poder adquisitivo muy alto y que están cogiendo directamente bloques enteros, entonces a toda la población que estaba allí la van a hacer cruzar el río al área desde la M30 a la M40. Claro, es una cadena: si necesitan todas esas viviendas para esta gente que va a venir, de clase digamos “media-media”, entonces la gente con menos recursos va a pasar ahora de la M40 para afuera. Creo que eso nos explica un poco por qué ahora están interesados en esto, ¿no?

Jorge: Yo quiero destacar que muchas de las personas afectadas están en situación de precariedad laboral. Encontramos que hay mucha gente que tiene trabajo, no solo desempleados como en 2011-12, sino gente que efectivamente tiene un empleo, incluso dos, e incluso tenemos una compañera que tiene tres empleos... Gente trabajadora, que se esfuerza mucho cada día, y que aun así se quedan en la calle.

Elsa: Aquí es importante unirse, organizarse y luchar. Aunque no es la solución, ahora con la dación en pago das la vivienda a cambio de la deuda, pero eso es porque el movimiento lo ha conseguido con la lucha, ya que antes aunque consiguieras la dación en pago a veces te dejaban con deuda… Así, el peso del movimiento es importante, y hay una gran diferencia entre ir juntos o ir tú sola: si te ven sola, hacen lo que les da la gana contigo.

Yuri: Otra cosa que ha cambiado con respecto a los inicios: ahora también se están dando un montón de casos de desahucios de alquileres de particulares. En 2008 los alquileres estaban aquí en Carabanchel a 800 o 900 euros, y están volviendo a los mismos niveles... Hubo una época que bajaron mucho, pero ahora vuelven. Y te quedas sin trabajo y a ver qué haces, y muchas veces aunque tengas trabajo, que con los sueldos que están pagando y lo que cuesta el alquiler... Digo lo mismo que mis compañeras: hay que luchar y hay que hacerlo en colectivo, porque si no, no se consigue nada.

Sí, a menudo se olvida que antes de las PAH en España lo de parar un desahucio parecía imposible... Para mí es algo revolucionario: cuando se piensa en una revolución social la mayoría la imagina como en las películas, pero no se tiene en cuenta que a veces los movimientos sociales ya consiguen en el día a día cosas que son revolucionarias...

Elsa: claro, ésa es la importancia del movimiento... Y aparte de las cosas que se pueden conseguir, todo lo que se ha ido descubriendo… Por ejemplo el tema de las cláusulas suelo: estaban ahí silenciadas, ¿y quién las sacó a la luz?

Raquel: Sobre todo, que no decaiga… Porque hay mucha gente que dice que los alquileres sociales son solo para tres años y no es una solución definitiva. Vale, pero es que hace unos años eso ni siquiera existía… Entonces, si seguimos luchando, poco a poco y con la inteligencia colectiva se irán logrando otras medidas para acercarnos más a la solución del problema hasta alcanzarla.

Jorge: Yo quiero poner en valor también lo que han supuesto los grupos de vivienda a la hora de cuidar de la gente. Vienen las personas afectadas machacadas en el aspecto psicológico, en el personal, hundidas, con depresión… y ven en estos espacios que hay más gente con la misma problemática; entienden que no es un problema individual, que no fallan ellos, que lo que falla es el sistema, y se sienten mejor y parte de algo. Incluso mucha gente da el paso de aportar también ayuda a los demás… Creo que eso es una cosa importante que tenemos que valorar.

Raquel: Quiero insistir en que la lucha de la vivienda y la del trabajo deben ir de la mano, porque están directamente relacionadas. Han sido todas esas reformas laborales las que, con el mercado de trabajo que han configurado, han dado lugar a este problema. Que la gente pierda su trabajo o trabaje en condiciones muy precarias han tenido como resultado que haya habido que elegir entre pagar la casa o que la familia coma.

Jorge: Y no hemos tratado aún el papel de los “ayuntamientos del cambio”, y creo que tiene mucho que ver… Cuando ganaron estas formaciones políticas, como aquí en Madrid, para muchas personas eso suponía en nuestro imaginario que iba a ser el fin de los desahucios… Tres años después, lo que vemos es que desgraciadamente eso no se ha conseguido: sigue habiendo muchísimos desahucios; los intereses, derechos y necesidades de las personas más humildes y las personas trabajadoras no son importantes para el Ayuntamiento; vemos cómo las medidas que se han tomado son extraordinariamente insuficientes; cómo hay un desconocimiento, un desinterés… Cómo seguimos viendo a la Policía Municipal en desahucios, cómo sigue habiendo vivienda vacía sin entregar mientras que las familias son desahuciadas sin alternativa habitacional…

Entonces sí pensamos que el Ayuntamiento tendría que haber tomado otro tipo de medidas y no lo han hecho… La primera, hacer una evaluación y saber cómo está el parque de vivienda en la ciudad de Madrid, que eso es lo primero de cara a legislar, y la propia Manuela dice siempre que se necesitan datos y saber cómo están las cosas… Pues con el tema de vivienda, pese a que es una cuestión fundamental, esto no se ha hecho. Luego, se han pagado más de 2.000 millones de euros de deuda, y se podría haber exigido una contrapartida a los bancos: “yo te pago ese dinero, pero a cambio tú no desahucias”… También se podría haber subido el IBI a los grandes poseedores de viviendas vacías; legalmente lo pueden subir hasta un 150% y no lo han hecho. Y en este Distrito ni la concejala ni los asesores vienen a los desahucios, y tenemos muchos problemas con la Policía Municipal que depende de ellos. De hecho, se han dado casos, y lo hemos visto, en los que la postura del Ayuntamiento, lejos de apoyar a la familia, es de despreciarla e insultarla. Por ejemplo, a Lidia [la vecina que acampó el verano pasado frente a la Junta tras su desahucio] le dijeron que lo que tenía que hacer era buscar un trabajo, como si Lidia no hubiera trabajado desde los 14 años y Santi, su pareja, desde los 9… Entonces, bueno, pues me parece que en ese sentido sí que hay que señalar el papel que están jugando los ayuntamientos, que tienen mucho más que ver con invisibilizar los desahucios que con acabar con ellos.

Para terminar, ¿algún mensaje para los vecinos?

Jorge: Yo les diría primero, a los que tienen hipoteca, que seguro que tienen cláusulas abusivas y que nosotros tenemos un taller jurídico que aborda esos temas; que seguramente su banco esté cometiendo fraude y que si se organizan con nosotros y luchan pueden recuperar parte de ese dinero que les están estafando y conseguir que les dejen de estafar. Y también, que si alguien conoce a alguna persona que esté afectada de desahucio, ya sea por alquiler, por hipoteca o por recuperación, que organizándose y uniéndose a otras personas con esa misma problemática pueden conseguir muchísimo. Así que animar a la gente a participar en este tipo de grupos…

Elsa: Que además lo hacemos sin ánimo de lucro: es una ayuda colectiva entre todos… Aprendemos, nos formamos e intentamos que la gente se involucre y pueda ayudar en otros casos. Porque esto es colectivo, tú me ayudas y yo te ayudo, eso es importantísimo…

Yuri: Y yo… ¡que la lucha es el único camino!

 

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