Historia del origen del perro
Historia del origen del perro

El origen del perro (perro y lobo)

 

El origen del perro siempre ha sido muy estudiado, y aun así todavía nos quedan muchas preguntas que responder. A veces vemos razas que difieren mucho de la estética y carácter de su antepasado el lobo; pero sí, sí: descienden de él. De hecho, no olvidemos que la mano del hombre ha creado esas razas, como todas las demás, a base de selección y cruces hasta llegar a las actuales de hoy en día.

Existen actualmente más de 400 razas de perros reconocidas por la Federación Canina Internacional. Es el animal más diverso que conocemos, y algunos científicos creyeron que procedía de los perros nórdicos, coyotes o chacales, entre otros. Konrad Lorenz, premio Nobel de Medicina y Fisiología especializado en comportamiento y selección animal (canina), estudió al máximo este origen y su genética, demostrando él y otros científicos que todas y cada una de las razas proceden del lobo exclusivamente. Al perro se le estima una antigüedad de 30.000 a 40.000 años, y es el más antiguo animal de compañía para el hombre que se conoce.

El perro y el lobo comparten muchas características comunes, pero son totalmente diferentes. A través de los años los seres humanos han ido seleccionando rasgos como docilidad, adaptación al medio, etc., en animales jóvenes, por lo que al final el resultado fue perros adultos con comportamientos “juveniles”. A esto se le llama “neotecnia”, o retención de comportamiento juvenil en edad adulta, y nos daría las claves de comportamiento de este animal hoy en día. Existen grados de neotecnia: por ejemplo, un nórdico tiene menor grado por acercarse más al lobo en su comportamiento que otra raza.

El lobo es un animal de manada, jerárquico, tímido y salvaje, por lo que la domesticación del perro ha ido alejando la esencia de aquél. El lobo, por su timidez, tiene miedo al hombre. Por ello, cuando ataca a los rebaños es sin duda por falta de alimento, no matar por matar (el código de los animales supera siempre al de los hombres). No debemos confundirlos con los llamados “cimarrones”, que son perros domesticados por el hombre que posteriormente fueron abandonados a su suerte, y ante la escasez de comida atacan también a los rebaños. Eso sí, son más peligrosos, ya que conocen al ser humano y no le tienen miedo como el lobo.

Lobos y perros, no matemos la esencia de cada uno de ellos. Un lobo es un animal salvaje no domesticado, y un perro es un animal domesticado y el mejor amigo del hombre. Así que no olvidéis nunca que un perro es un perro, y atribuirles cualidades humanas a lo único que nos lleva es a “matar” su naturaleza de cánido, que es sin duda lo más maravilloso e importante que tienen.

¡Guauuuuuu!

(Artículo dedicado a mi hijo Hugo, la esencia de mi vida).

Ruth González Liria

Adiestradora y psicóloga canina

elperrofelizderuthgonzalez.blogspot.com.es

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