MANIFIESTO ANTE LA CRISIS SOCIOSANITARIA POR COVID-19

La pandemia COVID-19 ha afectado gravemente al distrito de Carabanchel, que por sus indicadores previos (renta media, sobreenvejecimiento, tasa de desempleo) y porcentaje de personas extranjeras se encontraba ya  entre los más vulnerables de Madrid (fuente: Panel de indicadores Distritos y Barrios de Madrid 2018).

Desde marzo de 2020 se ha puesto de manifiesto un aumento alarmante en la demanda de ayudas sociales de todo tipo, necesidad de suministro de alimentos a centenares de familias, carencia de recursos para pagar alquileres y evidencia de la brecha digital que empeora aún más la accesibilidad a los recursos. A ello se une la falta de información agravada por las barreras idiomáticas.

El papel desempeñado por las Administraciones local y autonómica ha sido hasta el momento muy insuficiente, mostrando una carencia de implicación en la gestión de la crisis que resulta extremadamente preocupante. Hay que contar con que los recursos, en Servicios Sociales, tanto humanos como presupuestarios, eran ya muy inferiores a los necesarios para los requerimientos habituales, por lo que la situación de pandemia los ha desbordado. En reuniones mantenidas entre el Ayuntamiento de Madrid y la Coordinadora de las Asociaciones Vecinales, el Ayuntamiento se ha comprometido a aumentar los recursos humanos en los Servicios Sociales.

En este escenario, la respuesta comunitaria ha sido la más rápida y solidaria, generando diversas redes de ayuda muy activas desde el primer momento, pero cuya acción no puede plantearse como la solución a largo plazo. Las entidades sociales del Distrito han aportado su máximo esfuerzo para ayudar hasta donde han alcanzado porque han sido conscientes de la urgencia y la gravedad de la situación, cuya respuesta no podía esperar.

Esta situación fue planteada el 17 de abril al concejal presidente de la Junta Municipal por la Coordinadora de Asociaciones de Carabanchel. Además, La FRAVM y el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social acordaron que en todos los distritos se crease la Mesa de Diálogo y Coordinación Social formada por el movimiento asociativo y las entidades y colectivos sociales, con la intención de coordinar y asegurar los apoyos necesarios para las personas más vulnerables. El 20 de mayo la Coordinadora de Carabanchel volvió a solicitar la constitución de esta mesa. En la reunión mantenida el 22 de junio entre la FRAVM y el alcalde de Madrid, el Sr. Almeida nos da buenas palabras y, entre otras promesas, anuncia que las juntas de distrito se coordinarán con las asociaciones vecinales que reparten alimentos y comunica su intención de desarrollar en todos los distritos el sistema de tarjetas monedero para familias con necesidades alimentarias. Posteriormente nos han llegado noticias a través de la prensa de que no se van a llevar a cabo estas mesas de coordinación.

Estamos a  primeros de julio, y comprobamos que muchas de las buenas palabras que nos han ido dando no se han trasladado a la práctica y que el Ayuntamiento de Madrid no termina de responsabilizarse de la situación y no da una respuesta acorde con la gravedad de la misma.

Reivindicamos:

1. En cuanto a la demanda alimentaria:

1.1. Debe ser asumida ya de forma inmediata como una responsabilidad institucional, tanto en su financiación como en su organización.

1.2. Las redes solidarias no pueden suplir en ningún caso lo que es una responsabilidad del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, que deben presupuestar e implementar ya los recursos económicos y profesionales para afrontar la emergencia alimentaria.

1.3. Es necesario planificar la continuidad de los comedores escolares, única alternativa para que muchos menores accedan a una alimentación adecuada.

2. En cuanto a la atención a las personas dependientes, debe revisarse de forma urgente:       

2.1. Aumentar de forma inmediata la ayuda domiciliaria, adecuando el número de horas a las necesidades reales de las personas dependientes y valorando además como criterio específico de vulnerabilidad la condición de vivir solas.

2.2. Destacar que la situación vivida por la COVID-19 ha aumentado la vulnerabilidad física, emocional y económica tanto a las personas que ya eran vulnerables previamente como a aquellas a las que la pandemia les ha cambiado la vida, pasando de ser independientes a dependientes, bien física, social o económicamente, y por lo tanto necesitados de ayuda.

3. Resto de demandas sociales:

3.1. Deben ser asumidas y lideradas por las instituciones, facilitando la explicación e información necesaria y la agilización de los trámites para que las ayudas puedan llegar lo más pronto posible a las personas que lo necesitan.

3.2. Promover la contratación e incorporación inmediata del número adecuado de trabajadoras sociales en Servicios Sociales que permita afrontar la gestión de las prestaciones desde el sistema público de una manera ágil y eficiente de cara a que ayude a solucionar los problemas agravados por la situación de aislamiento y enfermedad.

Es urgente poner en marcha la Comisión de Coordinación planteada a la Junta Municipal desde la Coordinadora de Asociaciones Vecinales y desde la FRAVM para planificar y coordinar las actuaciones que permitan afrontar la crisis sociosanitaria en nuestro distrito para que la ayuda llegue a todas las personas vulnerables lo más pronto posible.

Esperamos pronta respuesta, ya que los problemas son acuciantes para las personas que los están padeciendo.

PIE DE FOTO: Representantes del Consejo entregaron el 7 de junio el manifiesto en la Junta.
FOTO: Zulema Herrera.

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