HABLANDO DE URBANISMO. Árboles muertos y enanitos verdes

En la década de 1960 se redescubrió una manera de congeniar el arte con la naturaleza. Hablamos del Land Art. Mediante la creación de obras minimalistas y hechas con materiales primarios (piedra, grava, ramas, etc.), ubicadas en parajes, se buscaba una nueva armonía entre lo artificial y lo natural.

Como indica la web historia-arte.com: “El Land Art se basa en la alteración del paisaje y la unión de éste con el ser humano. Sirve para establecer una relación y sobre todo una reflexión en lo que pintamos en este mundo y lo dañinos o beneficiosos que podemos ser para él”. Existen muchos ejemplos, y no todos necesariamente en la campiña. El movimiento artístico ha sufrido incontables variantes, que lo han llevado a actuar también sobre espacios más domesticados, más urbanos. Un buen ejemplo de ello está en el Chihuly Garden and Glass, en Seattle, EE UU, del cual es la imagen pequeña de arriba, que muestra una ínfima parte de la belleza de ese parque. En nuestro país les recomendamos el libro Land Art en España, de Óscar Luis Pérez Ocaña.

Pero alguien puede preguntarse a qué viene ahora hablar de paisaje y arte. ¿Qué tendrá que ver esto con nuestro urbanismo casero? Para los que viven en la periferia, mucho. En cada recorrido son testigos de un ejemplo accidental de “arte en el paisaje” a la madrileña. Las laderas de carretera están plagadas de cilindros verdes, colocados de pie regularmente cada 2 o 3 metros, formando una malla bidimensional. Saben que nos referimos a la plantación de árboles que el año pasado se realizó para contrarrestar los efectos de Filomena y ya de paso dar un impulso, real, al voceado Anillo Verde Metropolitano. De los más de 90.000 árboles plantados, unos 61.000 fueron para los descampados y espacios aledaños a la M-30, M-40 y M-50.

Lo que no tantos saben es que la operación terminó en un completo fracaso. Alguien, y se sabe quién, dio la orden de contratar la plantación urgente, al grito de “ya están tardando”, dejando de lado cuestiones sin importancia como, por ejemplo, el riego y el mantenimiento. No importan las excusas: que si lo vamos a contratar ya (meses después de la plantación televisiva), que si el extremo calor del verano… Nadie supo estar a la altura. Algunos simplemente porque lo miden todo en términos de noticia/audiencia, y otros porque callados mantienen su puesto de trabajo. El resultado fue un gasto de 582.000€ para llenar el suroeste de ramas secas dentro de tubos plásticos, como si de enanitos de jardín verdes se tratase. Es raro que el político jardinero, siendo tan avispado para lo superfluo y comercial, no se haya dado cuenta de que con ese gasto ha creado la mayor obra de Land Art de España, y quizás del mundo.

En conclusión, el Land Art coincidió con el nacimiento de la conciencia ecologista y la desaprobación por la irresponsabilidad y los excesos del capitalismo. Pero después de 60 años seguimos siendo incapaces de superar la estrechez de miras y el derroche de lo ajeno por parte de los políticos, que ahora nos han llenado la periferia de árboles muertos y enanitos verdes.

Si quieres que comentemos sobre algún tema urbano que te afecta, escribe a pupu2129@yahoo.es, a la atención de nuestra columna.


  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos