Factor de riesgo

Me gustaría recordar que cuando decimos “recortar en sanidad es un acto criminal” no es ninguna exageración. Hay un factor de riesgo: clase socioeconómica baja. Estudiando Medicina se repite ese factor de riesgo constantemente en multitud de patologías. Curar depende más de lo social que de lo químico. La medicina preventiva tendría que ir a lo político y a lo económico. Salir del hospital. Ir a la raíz.

Hay ciertas ideologías, ciertos partidos políticos, ciertas empresas, ciertos medios de comunicación que matan. Promueven y expanden un virus contrario a la empatía, se llama egoísmo. Matan porque promueven un factor de riesgo recidivante: clase socioeconómica baja.

He vivido en Abrantes desde que tenía cuatro años: conozco muy bien el barrio, las calles, los parques que hay cerca, he frecuentado las bibliotecas, el centro de salud, los comercios… También sé qué se piensa de nosotros fuera. Se dice que somos una población difícil, conflictiva, migrante, pobre… Y es verdad, sufrimos pobreza económica, sanitaria, energética, hasta ecológica: vivimos cerca de unos de los puntos de mayor contaminación, como es plaza Elíptica.

'Curar depende más
de lo social que de lo químico'

 

Carabanchel no solo es mi distrito, sino que es mi comunidad: “un territorio habitado por una población, que contamos —o no— con determinados recursos y que expresa —o no— determinadas demandas”. Somos muchas las vecinas que nos sentimos parte de esta comunidad. Una comunidad donde convivimos gente de muchos lugares, muchos orígenes, de diferentes edades. Somos una comunidad muy diversa, pero lo común nos une mucho más, porque lo común es el espacio que habitamos. Al final del día regresamos aquí, a nuestros barrios, nos bajamos en la misma parada de metro. Si estamos malitos vamos al mismo centro de salud, si tenemos hijos van a los mismos colegios. Las luchas por los centros de salud son un reflejo de esto, se está luchando en cada barrio. En concreto, en Abrantes, llevamos ya luchando desde hace más de un año. Nuestro centro de salud tiene diez médicos, pero siguen faltando.

La Atención Primaria necesita una inyección presupuestaria, una reforma de la función administrativa para evitar la burocracia excesiva, necesitamos centros de salud con capacidad de autogestión, incorporar a más profesionales de otras ramas como psicología, podología, odontología… Necesitamos salir fuera de los centros de salud como agentes comunitarios, más minutos por consulta, más mediación sociosanitaria. Necesitamos un centro de salud nuevo; hay uno presupuestado desde el año 2013, pero nada… Nuestro centro de salud es un sótano sin espacio suficiente, por eso se espera en la calle y se hacen colas, porque no se pueden hacer circuitos de entrada y salida. Somos 30.000 personas las que dependemos de este centro. A raíz de la pandemia se quedaron 1.300 niños sin ajustar el calendario ni el programa de niño sano; hemos tenido 13.000 personas con patologías crónicas aparcadas, sin su seguimiento, con lo que ello conlleva. Por no hablar de los cierres de los SUAP y de cómo pretenden cerrar los centros de salud a partir de las 18:00. El desmantelamiento de la sanidad y sobre todo de la Atención Primaria es incesante, tal vez por ser el único reducto que queda sin gestión privada. Aun así, con los pocos recursos con los que se cuentan, nuestros profesionales han hecho maravillas, se han reorganizado para por lo menos poder tener una enfermera que nos atienda.

En fin, solo quería recalcar por qué nos sentimos parte de este barrio y de esta comunidad. Gracias a todos los que siempre habéis luchado, os habéis arriesgado y habéis tirado del carro aunque os hayan dejado solos. Vosotros, los que le lleváis la contraria a vuestro entorno, sois los que cambiáis las cosas. Y estamos haciéndolo  queramos o no, al participar. Estamos cambiando las cosas, generando esperanza, y la esperanza es poder. Es muy importante que sigamos, que participemos, que nos organicemos.

La participación es, a la vez, un fin y un medio: sin participación no hay cambios sustanciales y sostenibles. La participación no es solo la asistencia a actos o actividades. La participación es implicación, es sentirse parte de algo y contribuir a que este algo merezca la pena de ser mejorado, potenciado… No hablamos de que la participación tenga que ser con la presencia física en todas las manifestaciones, actividades, momentos de encuentro… No, lo fundamental es mantener la relación entre nosotros porque muy a menudo no vamos a poder estar presentes siempre los mismos de siempre.

La participación es clave en todas las luchas sociales. Las luchas sociales son estos pequeños movimientos que se enfrentan a las injusticias que nos rodean. Todo el estado del bienestar es producto de la lucha. A la mínima que dejas de luchar te lo arrebatan, los derechos se arrancan, se lucha por ellos constantemente. Todos, porque todos vamos a vivir situaciones muy injustas, y a la mínima que veamos una iniciativa moverse, no la ignoremos; eso es hacer política, y no esperar cosas de un político o votar a X. Fíjate, ni siquiera he dicho que tengamos que tener la iniciativa, porque sabemos perfectamente que no hace falta, que siempre hay alguien que la tiene, todos tenemos en nuestro ámbito a ese alguien. Solo hablo de unirse a ella y participar.

No podemos seguir siendo indiferentes: los torbellinos políticos afectan a aquellos a quienes no les interesa. Por ejemplo, este torbellino del desmantelamiento de lo público… ¿a que te está afectando?


  Votar:  
Resultado:5 puntos5 puntos5 puntos5 puntos5 puntos
  1 voto