EL BIBLIOJARDÍN, UNA OBRA POLÉMICA

Muchos vecinos que pasean por Opañel se sorprenden al ver la estructura metálica amarilla colocada en el centro del solar de la calle Arroyo Opañel esquina con Mercedes Domingo. A algunos les gusta, a otros no; algunos preguntan qué funcionalidad tiene “La Araña”, como ya se la conoce. Pues bien, ésta ha sido nominada a uno de los premios de la revista internacional de arquitectura Archdaily.

En base a esta noticia, los vecinos de la asociación cultural La Higuera y el Almendro quieren hacer su propia reflexión sobre esta actuación y sobre su experiencia como partícipes de la misma, pues además se está desarrollando otro proyecto en la misma línea en el Distrito actualmente: Carabanchel creativa, desde IED.

La estructura amarilla a la que nos referimos colocada junto a una cabaña, anteriormente utilizada como invernadero en Matadero, forman el llamado por Kune Office “Bibliojardin” dentro del “Jardín de Libros Nómadas”. Un complejo creado por este estudio de arquitectura, en el marco del proyecto Imagina Madrid del Ayuntamiento e Intermediae para materializar la idea presentada por la asociación La Higuera y el Almendro de un punto de lectura en el solar, mientras no llega la biblioteca solicitada en este espacio.

El diseño fue polémico desde el principio, al considerar los vecinos partícipes que no aportaba la funcionalidad deseada como punto de lectura y la estructura metálica de sombra no tenía en cuenta, además, el propósito de ser una pieza sostenible. La cabaña, aunque bonita, no tiene una buena impermeabilización, y los vecinos, unos meses después de instalada, ya hemos tenido que repararla para conservar los libros. La estructura metálica, que fue considerada el eje del proyecto y así se reflejó presupuestariamente, no protege de la lluvia y tardará años en cubrirse de plantas para dar sombra.

El resultado de la intervención arquitectónica es, a nuestro modo de ver, una pieza que puede parecer bonita y atractiva para las revistas de arquitectura, pero que no cumple con la funcionalidad adecuada. Desde Imagina Madrid se promovió, además, la creación de un jardín sin agua. Este programa, que consistía en intervenciones artísticas y culturales en colaboración con la ciudadanía para revitalizar nueve espacios en desuso en la ciudad, pensamos que en nuestro caso, si bien ha sido un impulso para convertir el solar en un espacio dedicado al cultivo y a los libros, por otro lado resultó estar más interesado en promover la actuación arquitectónica y la proyección internacional de una imagen de Madrid vanguardista en lo que respecta a este tipo de intervenciones, donde arte y procesos sociales se entremezclan, que verdaderamente impulsar una actuación que además de artística pudiera ser adecuada para el desarrollo y la continuidad de este proyecto ecológico y cultural.

Consideramos que si Kune Office e Intermediae hubieran partido de otra perspectiva de base, ambos aspectos, artístico y social, podrían haber estado mucho más equilibrados. Son muchos los ejemplos de proyectos de este tipo en otros lugares con otro espíritu.

Fue una verdadera decepción para la parte vecinal de este proyecto, que no dejamos de ser críticos durante el proceso, y a los que además nos fue muy difícil conseguir que se dejara una parte del presupuesto para los talleres que se realizaron para arrancar este proyecto de iniciativa vecinal permitiendo que otros vecinos se hayan sumado a participar. Consideramos que  los proyectos como Imagina Madrid son necesarios, pero si verdaderamente quieren tener como objetivo la experimentación social y no solo la experimentación artística, no deberían convertirse en algo desconectado de las realidades de los barrios. En este caso, la balanza se fue del lado de la estética, una decisión demasiado superficial en un espacio donde los vecinos llevan años demandando su uso y en un distrito necesitado de presupuestos públicos para mejorar.

A pesar de que consideramos que el resultado de la intervención de Imagina Madrid hubiera podido ser mejor, el punto de lectura y el huerto/jardín van llenándose de vida, no dejan de llegar propuestas y la participación vecinal es cada vez mayor. La asociación La Higuera y el Almendro, junto a otras asociaciones y agentes de la zona, siguen trabajando para que este espacio sea un lugar cada vez más interesante para la concienciación ecológica y la cultura en Opañel.

Por: A.C. La Higuera y el Almendro
 

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