Los Gobiernos tienen que adoptar medidas que garanticen que todos los individuos en su territorio nacional tengan acceso a los cuidados sanitarios, independientemente de su situación migratoria, para poder contener al virus
Mucha agua ha corrido debajo del puente desde que la pandemia estallará en aquel ya lejano diciembre de 2019 en Wuhan, China. El mundo literalmente ha cambiado, no será nunca más el mismo, hoy por hoy el mundo se enfrenta a un nuevo reto: adaptarse a la “nueva normalidad”. Las cifras de la pandemia no son números, son personas; 3, 08 millones de contagiados, curados 916 mil y 214 mil personas fallecidas.
Pero este virus que azota a propios y extraños también lo hace con los inmigrantes en todas las partes del mundo. En aquellos lugares donde todavía se nos antoja lejana por la distancia, cientos no tienen acceso a las mínimas condiciones para enfrentar con posibilidades de sobrevivencia, carecen de agua y jabón, viven en condiciones de hacinamiento, en centros de detención o por lo general trabajan en sectores informales.
Según los relatores especiales sobre migrantes, Felipe González Morales, y sobre tráfico de personas, Maria Grazia Giammarinaro, dos expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas en un comunicado conjunto urgieron los Estados a adoptar medidas inclusivas que protejan a esos grupos en sus planes nacionales de respuesta a la pandemia.“Los migrantes en situación irregular, los solicitantes de asilo y las víctimas de explotación o tráfico de personas corren un gran riesgo frente al coronavirus COVID-19 porque viven o trabajan en entornos que podrían exponerlos sin que cuenten con la protección necesaria”
Asimismo los expertos apoyaron la regularización de los migrantes indocumentados para facilitarles el acceso a servicios de salud durante la emergencia. Gonzales Morales se refiero a este aspecto subrayando que “Me preocupa mucho que algunos migrantes y solicitantes de asilo no tengan acceso a una protección mínima contra el contagio, ni siquiera cuentan con agua limpia para lavarse las manos. Muchos viven en albergues abarrotados o en centros de detención sin la posibilidad de mantener el distanciamiento físico entre personas. Algunos trabajan en la agricultura o en los sectores informales sin ninguna medida de protección”.
Asimismo los expertos aplaudieron la decisión de algunos Estados de otorgar derechos de residencia temporal, incluida el acceso a los servicios sociales y de salud a los migrantes y solicitantes de asilo en el marco de la pandemia. Afirmaron que “No se debe dejar a nadie atrás en la batalla global contra el COVID-19”.
Una campaña impulsada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y apoyada por más de 200 organizaciones de la sociedad civil ha pedido al gobierno de España la Regularización Ya! de los inmigrantes en situación administrativa irregular en todo el país. Hombres y mujeres que son hoy por hoy en España uno de los colectivos más vulnerables y en riesgo potencial. Las ayudas previstas ante la emergencia sanitaria excluyen a esta población precisamente por “ser unos sin papeles”.
Por último los relatores hicieron un llamado para que se extiendan automáticamente al menos por seis meses todos los programas de protección y asistencia a migrantes en situación vulnerable y víctimas de tráfico para asegurar la continuidad del proceso de inclusión social de esas personas. También pidieron extender durante un mínimo de medio año la protección a los niños no acompañados indicando que incluyendo y protegiendo a los migrantes puede ayudar a que los planes nacionales de respuesta a la pandemia sean más efectivos.
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