CENTRO DE SALUD QUINCE DE MAYO
La OMS define la adolescencia como la etapa comprendida entre los 10 u 11 años hasta los 19 años, y considera dos fases: la adolescencia temprana, de los 10 u 11 hasta los 14 o 15 años, y la adolescencia tardía, de los 15 a los 19 años. Sin embargo, la condición de juventud no es uniforme, y varía según el grupo social que se considere.La adolescencia es principalmente una época de cambios, tanto en el crecimiento físico (altura, peso, grasa corporal, desarrollo muscular, dentición…), como en el desarrollo emocional y la maduración sexual. Es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto, un período de transición que tiene características peculiares. Sus protagonistas son jóvenes que aún no son adultos, pero que ya no son niños. Es una etapa de descubrimiento de la propia identidad (psicológica, sexual...), así como la de autonomía individual.
En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia significa la aparición de la capacidad afectiva para sentir y desarrollar emociones que se identifican o tienen relación con el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus amigos y a las personas que va a querer. Hasta entonces no ha escogido a sus seres queridos. Al nacer conoció a sus padres, y tal vez a algunos hermanos, y al resto de sus familiares. Después, de alguna manera, sus padres fueron eligiendo sus compañeros de clase y amigos. Pero al llegar a la adolescencia, puede hacer uso de cierta capacidad de elección para poner en marcha uno de los mecanismos más significativos de esta etapa: querer de diferente manera a cada persona que le rodea y personalizar sus afectos. La discriminación de afectos, a través del establecimiento de diferencias en el tipo y la profundidad de sentimientos, le permite la personalización de sus afectos.
El adolescente está en un camino medio entre la edad adulta y la infancia, en lo que hace referencia a la vivencia de sus emociones, estando presente una mezcla singular de sus comportamientos. Todavía tiene una forma de manifestar sus deseos mediante una emotividad exagerada o con la espontaneidad propia de la infancia, pero ya empieza a actuar de una manera sutil en las relaciones, o con una cierta represión relativa de sus emociones, tal como hace el adulto.
Factores de riesgo en adolescentes
— Alteraciones en el desarrollo: menstruación precoz, discapacidad o retraso mental.
— Desatención y otros problemas en la relación familiar: fugas frecuentes del hogar, desempleo del cabeza de familia mayor de 6 meses.
— Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia, bulimia, malnutrición.
— Riesgos intelectuales: analfabetismo, bajo rendimiento o abandono escolar, crisis de autoridad, tiempo libre mal utilizado, pertenencia grupal.
— Factores biológicos: tabaquismo, alcoholismo, uso de otras drogas, conducción de vehículos.
— Riesgos sexuales: embarazos no deseados, infertilidad.
— Factores sociales: aislamiento, depresión, gestos suicidas, conductas agresivas y/o delictivas.
— Independencia: lucha por la identidad, humor cambiante, mejora de la habilidad para el lenguaje y la expresión, quejas relacionadas con su independencia.
— Empleo de recursos para evitar la realidad: ritos, comunas, pseudo-religiones.
La prevención y la promoción de factores generales y específicos de protección evitan y controlan los daños y trastornos en la salud del adolescente. Algunos de estos factores de protección incluyen la educación, la nutrición, las vacunaciones, el ejercicio físico, el tiempo libre justo, la promoción de las actividades familiares, la atención al desarrollo emocional, las oportunidades de trabajo y el desarrollo de cambios en las legislaciones favorables para el niño y el adolescente.
Servicio de mediación
La adolescencia es un momento vital donde son inevitables los conflictos y los enfrentamientos, siendo también el momento ideal del aprendizaje de habilidades negociadoras. Desde este servicio se fomentarán estilos de afrontamiento de estos conflictos basados en el diálogo, la escucha no reactiva y la empatía.
Existe relación entre las conductas presentadas por los adolescentes y los modos particulares de comunicación familiar. El mediador tratará de ayudar a que padres e hijos modifiquen estos modelos de relación, con el fin de conducir al desbloqueo de sus dificultades y al logro de una convivencia más satisfactoria para todos.
El mediador tratará de ayudar a la familia a buscar soluciones propias, promoviendo una comunicación eficaz entre los miembros de la familia, y a tratar los comportamientos más preocupantes que presenten los hijos, partiendo de un conocimiento más amplio de los cambios y las dificultades propias del momento vital en que se encuentren.
Este servicio va dirigido a familias con hijos de edades comprendidas entre los 12 y 19 años que presenten dificultades en su relación. Se lleva a cabo a través de un proceso estructurado, conducido por un mediador profesional y desarrollado en sesiones periódicas de una hora aproximada de duración.
El mediador es una persona cualificada, neutral e imparcial, sujeta al secreto profesional y encargada de conducir el proceso de mediación, favorecer la comunicación entre las partes y facilitar el establecimiento de acuerdos. Éste es un servicio gratuito, subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
RECUADRO
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