los contenedores se colocan en la calzada, donde antes aparcaban los vehículos. Y esto elimina plazas de aparcamiento

El ‘contenerazo’: nadie gana y todos perdemos en el distrito

A un año de la puesta en marcha de los contenedores

Contenedores, cómo está la situación actualmente

A.V. CARABANCHEL ALTO

Ha pasado un año desde de la llegada a nuestras calles del nuevo sistema de recogida de residuos con carga lateral. Desde el primer momento quedó patente que este sistema no tenía un encaje adecuado en nuestro barrio. Así, la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto luchó por su retirada, atendiendo a razones y argumentos que ha expuesto durante este tiempo de forma pública

La retirada del sistema no se ha conseguido. Desde el principio, la Administración pública se cerró en banda. No podía haber exclusiones en los barrios tradicionales. Circunstancialmente, sí permitió la interlocución directa entre la asociación y la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos. Y gracias a una fluida comunicación con interlocutores profesionales muy razonables, se pudieron resituar contenedores, denunciar su estado de deterioro, buscar soluciones y hasta se consiguió que en alguna calle se volviese al sistema de recogida anterior. Pero hasta ahí. El contenerazo llegó para quedarse.

Pero no tiene sentido ahora recordar todos los argumentos esgrimidos durante este año. Preferimos analizar el estado de este sistema en la actualidad, y vamos con ello:

— Situación de los contenedores. Este sistema de carga lateral es “de derechas”. Es un hecho, ya que todos los camiones tienen la única posibilidad de cargar por la diestra. Pero nuestras calles son ambidiestras (aparcamientos y servicios a la izquierda o a la derecha, según sea la vía). Así, en las calles “zurdas” permanece el sistema de recogida anterior. ¿El resultado? ambos sistemas de recogida se solapan y entrecruzan, llegando el caso de tener contenedores de ambos sistemas en la misma calle.

— Mantenimiento. En un año, varios contenedores han debido ser reparados o sustituidos. Esto es normal y evidente en un sistema nuevo, donde los operarios han de adaptarse al nuevo sistema y maniobrar entre impedimentos durante la recogida (horquillas delimitadoras caídas, residuos inadecuados, etc.). Esto no pasaría si los camiones llevarán operarios de apoyo, además del conductor. Pero, ¿qué pasa cuando los defectos no afectan al manejo del contenedor? Nos referimos a la ya denunciada deformación de las tapas o la pérdida de la tapa de goma negra. Así, el pretendido sellado que evita la salida de olores se va a hacer gárgaras. Pero para esto no parece haber solución.

— Accesibilidad. Los contenedores se colocan al lado de las aceras. Bien vale. Pero estos contenedores están diseñados, principalmente, para situarse sobre la plataforma de uso, esto es, la acera. Y sin embargo, en nuestras calles se sitúan en la calzada. ¿El resultado? tenemos un escalón que, según la altura, genera problemas para el uso del pison (palanca de apertura por pisada). Problema.

Repetimos: los contenedores se colocan en la calzada, donde antes aparcaban los vehículos. Y esto elimina plazas de aparcamiento, es verdad. Pero no es la cuestión ahora. Lo importante, y perfectamente verificable, es que el espacio es más ancho que las dimensiones del contenedor y el camión no puede pegarse a la línea para evitar el riesgo de tocar a los vehículos. ¿El resultado? los camiones terminan depositando los contenedores separados de las aceras. Con lo cual al escalón le sumamos ahora una distancia absolutamente inadecuada para el uso. Doble problema

¿Y qué pasa con los contenedores colocados en antiguas zonas de aparcamiento en batería? que a pesar de la colocación de plataformas de hormigón y hasta rampas, los contenedores siguen distanciados, llegando incluso al metro y medio de separación con las plataformas. Uso inviable.

Los contenedores disponen de un sistema de apertura accesible. Eso dicen, y podríamos exponer muchas razones que demuestran lo contrario. Pero como vale más una imagen que mil palabras, les enseñamos los contenedores que el mismo fabricante suministra como “accesibles”. Valoren ustedes mismos. ¿El resultado? Simplemente, lo que tenemos nunca ha sido accesible.

En resumen, Este sistema actual y su implantación no son accesibles para todas y todos. Y no olvidemos que no solo nos referimos a personas con diversidad funcional. La población de los barrios tradicionales es, significativamente, anciana, y requiere de la accesibilidad plena.

Y podríamos seguir, hablando de las aceras que son más estrechas que el ancho del contenedor que tienen a su lado; de la colocación de contenedores enfrente del portal de las casas y a escaso metro y medio de la puerta… pero creemos que ya está dicho todo, por ahora. La Administración pública podrá seguir manteniendo que este sistema es más eficaz (solo en la reducción futura de operarios). Pero los problemas del contenerazo siguen ahí.

Este ayuntamiento debería solucionar ya los problemas de accesibilidad, rehaciendo las aceras e incorporando los contenedores accesibles. Sin resolver estos problemas con urgencia, esperamos que de momento dejen los contendores de orgánico en el almacén.

 

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