El 29 de mayo de 1816 un comerciante madrileño compró a los herederos de Gabriel Rodríguez por 6.000 reales de vellón un solar de 280 metros cuadrados situado en el número 9 de la calle Real de Pinto (actual tramo de la calle Eugenia de Montijo entre las calles Blasón y Monseñor Óscar Romero) que contaba con una vivienda en ruinas, un pozo y un corral. Mandó derribar la vivienda que se encontraba en ruinas, adquirió varias parcelas colindantes y levantó una casa de recreo. La casa principal tenía planta con forma de L y dos alturas. A su derecha mantuvo el corral y en la parte posterior instaló un pequeño jardín. El comerciante, fallecido en 1819, fue el padre del pintor Antonio de Brugada, y en esa casa residieron a mediados del siglo XIX el político Pascual Madoz y la escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda.
"Toros en Carabanchel de Arriba", por Antonio de Brugada (hacia 1840).
Antonio de Brugada
Antonio de Brugada nació en Madrid en 1803, el segundo de cuatro hermanos. Entre 1818 y 1821 fue discípulo de la Real Academia de San Fernando, de la cual Goya era director honorario. Brugada perteneció a la Milicia Nacional de Madrid, donde alcanzó el cargo de teniente durante el Trienio Liberal (1820-1823). Tras el regreso del absolutismo de Fernando VII, Brugada se exilió en París y Burdeos, donde trabó amistad con Goya. Estuvo presente en el fallecimiento del maestro aragonés en 1828, guardó su última paleta y sus pinceles y pintó el cenotafio levantado sobre la tumba de Goya en el cementerio de La Chartreuse. Brugada fue el primero en registrar en un inventario las Pinturas Negras que Goya estampó en los muros de la Quinta del Sordo. Durante sus once años de exilio Brugada mantuvo su actividad política para restablecer el gobierno liberal en España, como enlace entre los liberales exiliados a Francia y los que habían permanecido en Madrid. También tuvo una vida sentimental agitada. En 1827 comenzó en Burdeos una relación con Fany Brosse, hija de un relojero suizo proveedor de la colonia española. Dos años después se casó en Madrid con Rafaela Costa y Bonells, nieta del médico de la duquesa de Alba. Unos años después tuvo dos hijos con Fanny Brosse. En 1844 fue nombrado caballero de la Orden de Isabel la Católica y tres años más tarde pintor honorario de Cámara de la reina Isabel II “en su género de marinas”. Sus obras se exponen en el Museo Naval, el Palacio Real y la Fundación Santamarca. En 1846 Antonio de Brugada y sus hermanos pusieron en arrendamiento la casa de Carabanchel Bajo. No está documentada ninguna estancia de Antonio de Brugada en Carabanchel Bajo, pero es muy probable que pasara algunas temporadas. En torno a 1840 pintó una bonita escena de toros en la plaza de Carabanchel Alto, que pertenece a la Colección Abelló.
Retrato de Pascual Madoz (1873) por José Nin y Tudó.
Pascual Madoz
Tras funcionar como fonda, la casa de los Brugada fue alquilada en 1846 por el político navarro Pascual Madoz. En 1823 participó en la defensa del castillo de Monzón contra los Cien Mil Hijos de San Luis, por lo que fue encarcelado. Se exilió en Francia entre 1830 y 1832, donde estudió Geografía y Estadística y pudo conocer a Brugada. En 1834 se licenció en Derecho y comenzó a redactar el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Lo terminó en 1850, y en él incluyó descripciones de los pueblos de Carabanchel Alto y Bajo y algunas de sus quintas de recreo. Después del pronunciamiento militar contra Isabel II de 1854, conocido como “la Vicalvarada” por iniciarse en el pueblo de Vicálvaro, fue designado gobernador civil de Barcelona. Posteriormente presidió las Cortes y en 1855 asumió el cargo de ministro de Hacienda. Durante su gestión presentó un proyecto de ley de desamortización, logrando su aprobación. En 1860 fundó la compañía inmobiliaria y de seguros La Peninsular. Tras la revolución de 1868 de “la Gloriosa”, que supuso el destronamiento y exilio de Isabel II, fue gobernador de Madrid, cargo al que renunció poco después.
Gertrudis Gómez de Avellaneda (1857), por Federico Madrazo.
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Hasta al menos 1854 el propietario de la casa de recreo de la calle de Pinto nº 9 fue José de Brugada, hermano de Antonio, también pintor y socio del Círculo Literario y Artístico de Madrid y fallecido en 1859. En 1864 el titular era Manuel Gómez de Avellaneda, hermano de la célebre escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda. Nacida en Cuba en 1814 en una familia acomodada, tras residir dos años en La Coruña, se instaló en Sevilla junto a su hermano Manuel. Allí comenzó a publicar en periódicos bajo el seudónimo de “La Peregrina” y en 1840 estrenó su primera obra de teatro, titulada Leoncia. Ese año se trasladó a Madrid, donde publicó la novela Sab, considerada la primera novela antiesclavista. Un año después publicó Dos mujeres, novela feminista en la que defendía el divorcio en matrimonios no deseados. En 1844 estrenó Alfonso Munio con gran éxito y un año después obtuvo los dos primeros puestos de un certamen poético organizado por el Liceo Artístico y Literario de Madrid. Alcanzó la fama y consiguió el reconocimiento de grandes literatos de la época. En 1853 solicitó a la Real Academia de la Lengua ocupar la vacante que había dejado su amigo y mentor Juan Nicasio Gallego. Fue rechazada porque el reglamento de la Academia no contemplaba la entrada de mujeres. El amor, y sobre todo el desamor, marcaron la obra de Gertrudis. Se casó dos veces. En 1846 con Pedro Sabater, el gobernador civil de Madrid, fallecido debido a una grave enfermedad un año después. Y en 1856 con el coronel Domingo Verdugo, que falleció tras un duelo con un espontáneo que había reventado un estreno teatral de Gertrudis, lanzando un gato al escenario. La propia Gertrudis registró su estancia en la casa de recreo carabanchelera de su hermano entre junio de 1853 y febrero de 1854 en las cartas que escribió a su amante Antonio Romero Ortiz. En ellas le informa de su traslado a Carabanchel, de que “la mudanza se ha hecho estúpidamente”, le invita varias veces a visitarla o de que en “la calle de Toledo, frente a la cerería, hay un café del cual sale un ómnibus a las tres en punto, y media hora antes otro; y otro media hora después”. En el remite de la carta del 23 de junio Gertrudis indicó la dirección de la casa (“Carabanchel de Abajo. — Calle de Pinto nº. 9”). En una carta fechada el 11 de noviembre de 1853 escribe “Antes [de trasladar a su madre a Madrid] espero verte en Carabanchel para que me celebres mi jardín, que pronto perderá sus últimas galas”.
El jardín que cita Gertrudis se puede observar en el parcelario urbano de Carabanchel Bajo de 1860, estrecho, dividido en tres cuarteles arbolados y con salida a la “plazuela de la Laguna o del Barrillero”. También la casa principal, varias construcciones auxiliares y patios entre ellas. En el plano de 1900 de Facundo Cañada no aparece el jardín. A la izquierda de la casa principal aparece indicada la fábrica de jabón y coloniales de los hermanos Muñoz Vargas. En las vistas aéreas de Carabanchel Bajo de la década de 1930 se puede observar que la distribución del solar donde Brugada levantó su casa de recreo es distinta. A finales de la década de 1970 la manzana que ocupaba fue derribada para modificar el trazado de la calle General Ricardos y desapareció cualquier resto que pudiera haber sobrevivido. Veinte años después la manzana quedó dividida por la calle Melisa y se construyó un edificio de viviendas donde se crio el cantante Omar Montes. Si fueran posibles las reuniones de vecinos de diferentes épocas, en una celebrada frente a la Biblioteca La Chata podrían discutir Antonio de Brugada, Pascual Madoz, Gertrudis Gómez de Avellaneda y Omar Montes.