Mario Guinea, periodista y escritor, presenta su último libro: ‘La memoria y la sangre’, unas ‘memorias noveladas’ sobre la guerra, la posguerra y la democracia
Mario Guinea nació en Alemania, pero ha repartido su vida entre Madrid y Barcelona. Su trayectoria transcurre por los cauces del periodismo, en todas sus acepciones. Cofundador de la revista de arte y literatura Senso, ha publicado la novela La vida libre de Babur el loco y el libro de relatos El dulce olor de la piel quemada. El pasado 19 de mayo ha presentado en la Biblioteca Luis Rosales su último libro, La memoria y la sangre, unas “memorias noveladas” sobre la guerra, la posguerra y la democracia a través de tres relatos autobiográficos (abuelo, hija y nieto), todo con la crisis del coronavirus como telón de fondo. De ello hablamos en la entrevista que sigue.
●●● ¿Cuál es el origen de La memoria y la sangre?
La idea embrionaria surgió durante una visita que hice por casualidad a una exposición del Museo Nacional de Antropología, Dos visiones fotográficas de la Guerra Civil, en la que se exhibían las tremendas imágenes tomadas por sendos fotógrafos de ambos bandos. Entonces recordé que hacía tiempo que guardaba unas memorias manuscritas de mi abuelo, no completas, porque hay aún documentos desperdigados que no he podido recuperar... A esto se unieron las hojas sueltas, escritas por impulsos, a borbotones, de los recuerdos de mi madre, que un día ella, por sorpresa, me entregó, casualmente en plena crisis del coronavirus. Todas estas “sincronicidades” me llevaron a pensar en la importancia de recopilar por escrito los recuerdos, la verdadera memoria histórica del pueblo llano, la “intrahistoria” unamuniana, como bien expone el escritor y periodista Carlos Aganzo en su magnífico prólogo, de estas generaciones que se nos están yendo.
●●● ¿Cómo está estructurada la narrativa de estas “memorias noveladas”?
Se ha escrito mucho sobre la Guerra Civil y sus consecuencias, pero existen muy pocos relatos que integren la visión de tres generaciones distintas. En este caso se trata de unas memorias dramáticas muchas veces, pero no exentas de ocasionales chispazos de humor diría que berlanguiano y humanista sobre la “preguerra”, la guerra, la posguerra y la Transición. Todo esto a través de los relatos autobiográficos del abuelo, su hija y el nieto, en tres planos temporales distintos, pero que pretenden configurar un diálogo cronológico, sentimental e intergeneracional auténtico. Son como las piezas en apariencia diseminadas de un rompecabezas, incluso a modo de pinceladas impresionistas, que con la distancia de la lectura conforman un cuadro histórico completo.
●●● ¿Por qué vincular unas memorias del pasado con la crisis reciente del coronavirus?
Aparte de las casualidades antes mencionadas, hay que decir que la parte narrada por el nieto es la parte más ficcional del libro. Quiere ejercer como hilo conductor de los recuerdos vivenciales de abuelo e hija, en un momento en el que estábamos sumidos en un “sentimiento trágico”, en una pugna por la supervivencia acaso parecida a la que ellos vivieron.
●●● ¿Cuál fue el papel y el destino de tu abuelo en la guerra y la posguerra? ¿Y el de tu madre?
Pues el de mi abuelo, Ángel González Moros, no fue muy distinto al de muchos de los que lucharon, perdieron y sufrieron en carne propia el exilio interior y la feroz represión del franquismo. Se salvó de los fusilamientos porque fue capaz de defenderse a sí mismo. Cabe recordar que, aunque sindicalista ferroviario, se codeó con personajes como Alberti, Menéndez Pidal o Gustavo Durán. Y tras la excarcelación encontró trabajo, aunque precario, para alimentar a sus cuatro hijas, entre ellas mi madre, Nines. El caso de las mujeres y los niños de los represaliados fue similar: de poder votar, disfrutar de amplias libertades para la época y de un sistema educativo transversal, a caer bajo la férula de la Iglesia católica y de la Falange.
- Mario Guinea
- Ediciones Oblicuas, 2024
- 172 págs.