La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, anunció ayer que desde el Ayuntamiento de Madrid se va a iniciar un proceso para lograr el modelo de Consejo de Cultura que reclama el tejido cultural de Madrid. Éste, ha añadido, debería ser “aprobado por unanimidad” y contar con “consenso total” para que las soluciones sean completas y perduren. Andrea Levy explicó que “el Ayuntamiento está trabajando para que Madrid recupere el dinamismo y atractivo de su oferta cultural junto con el tejido y sus profesionales, así como su público”. 

“Pido que, desde nuestras diferencias, busquemos el consenso necesario para crear un Consejo de Cultura con la aprobación del sector cultural y al margen de los posibles cambios en el Gobierno de nuestra capital”

También ha destacado la necesidad de que el Consejo de Cultura no ofrezca dudas en cuanto a su composición, a quién representan, cómo se adoptan los acuerdos, cuáles son sus funciones y sus derechos y obligaciones. 

25 MIEMBROS EN EL CONSEJO DE CULTURA

La delegada ha anunciado que el Consejo de Cultura tendría una composición, funciones, funcionamiento y toma de decisiones claras, que dejen poco margen a las interpretaciones de los sucesivos Gobiernos. De esta manera, su máximo órgano de deliberación, que es el Pleno, estaría compuesto por 25 personas, todos ellos con derecho a voto, de los que diez serían profesionales independientes del mundo de la cultura designados de la siguiente manera: siete a propuesta del Pleno de este Ayuntamiento y tres a propuesta del titular del Área de Cultura; cinco representantes de las juntas municipales de distrito, designados por el área de gobierno que tenga las competencias en materia de Coordinación Territorial; un representante propuesto por cada uno de los grupos políticos con representación municipal; un representante propuesto por la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid; un representante propuesto por el Ministerio de Cultura; dos representantes propuestos por las organizaciones empresariales del sector más representativas y dos representantes propuestos por los sindicatos más representativos del sector cultural.