El CEIP República Dominicana está desarrollando un bonito proyecto bajo el nombre “Una aldea llamada Wandié”, que posee una doble vertiente, educativa y solidaria, como nos explica Antonio Ferrándiz Revuelto, maestro de dicho centro.
El proyecto tiene, entre otros objetivos, “el de trabajar elementos del currículo a través de una serie de actividades que permitan a nuestros chicos y chicas acceder a los contenidos mediante trabajos que sean cercanos a sus intereses y que les den la oportunidad de conocer otras realidades socioculturales. Es por ello que realizamos intercambios de tareas y trabajos con colegios de otras comunidades, como es el caso de Castilla-La Mancha (Belmonte, Cuenca) y de otros países: a lo largo del curso con China, con un colegio de la provincia de Suzhou; y con otro de la ciudad de Passy, en Senegal”.
“En este último caso —continúa Antonio—, al mismo tiempo, realizamos una labor solidaria consistente en recoger materiales aportados por nuestros chicos y chicas. Hemos de decir que ha sido un éxito, sobre todo teniendo en cuenta que siendo familias, en la mayoría de los casos, de pocos recursos, han hecho un esfuerzo para sentir la satisfacción de ejercer una labor humanitaria con zonas muy deprimidas, y éste es otro de nuestros objetivos: inculcar valores solidarios que aporten en nuestro alumnado una base de futuro para ejercer una ciudadanía global”.
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