‘El actor tiene que entrenarse todos los días’

Valentina Corbella, artista, estrena en octubre ‘Tríptico’ en El Pasillo Verde Teatro

Valentina Corbella es una “artista, mujer, argentina/italiana que vive en Madrid”. Ella misma se define así porque no solo actúa, sino que “también soy performer, bailarina, canto, escribo... No me ciño a una disciplina única, y creo que todas se alimentan entre ellas, pero hoy en día estoy dándole mucha atención a la interpretación, porque me está dando también mucho”, confiesa en una soleada y hermosa mañana de septiembre, mientras paseamos por el Retiro y charlamos sobre la interpretación, el teatro y su nueva obra: Tríptico.

●●● ¿Qué te atrajo de la actuación? ¿Cómo empezaste?

Más que todo, fue desde un lugar de puro divertimento: yo era chica, empecé a hacer obras de teatro en un colegio y me lo pasaba superbién, y además veía que el público también. Y es que el trabajo del actor es divertido, aunque en la escena te estén matando: hice una película de miedo en la que tenían que cortarme en pedazos, y fue superdivertido [risas]. Así que creo que la conexión primaria es ésa. Y después, tengo 30 años, y en todo este tiempo de experiencia con el teatro, con el cine, con entrenar actores, con entrenarme… empiezo a ver que es un recorrido muy profundo y que te proporciona mucha información y autoconocimiento, al tiempo que te hace notar cuánto más recorrido te falta, entonces es como si fuese una adicción: no lo puedo dejar.

●●● Tu relación con Carabanchel tiene que ver precisamente con el entrenamiento, ¿verdad?

Sí, llegué de Argentina hace un año, y buscaba primero un espacio donde sentirme segura, que maneje mi mismo lenguaje de entrenamiento: Suzuki, del maestro Tadashi Suzuki, que viene de Japón y cada vez es más conocido. En Madrid se practicaba en Exlímite y en TeatroLab, éste en Carabanchel. Yo había entrenado en Japón con la compañía de Suzuki, con Andrés, un actor que entrena a otros actores en Lab, así que me fui allí, que para colmo es un teatro hermoso, y qué decir… Todos los actores que trabajan con Gabriel Olivares y en esa compañía son actores que se entrenan, y eso significa que vas a ver en escena a gente que te va a atravesar. Entonces Carabanchel fue para mí como llegar a casa, y de hecho viví muy cerca de TeatroLab al principio, por Laguna…

●●● Justo ahora vas a empezar a dictar tú un entrenamiento escénico…

Sí, yo nunca dejé de entrenar, ya sea sola o con otros actores, y siempre con mucha curiosidad por otros métodos sin ganas de “casarme” con uno. Cuando hace unos meses empecé a entrenar grupos más pequeños, de dos actores o de uno, yendo a Lab para un entrenamiento más grupal me empezó a picar el entusiasmo de abrir un grupo de entrenamiento, algo que hice muchas veces en Argentina, porque como yo vi a muchos de mis maestros transmitir y cómo crecían en ese transmitir, empecé a sentir que quería eso: ponerme a disposición de otros artistas que necesitan herramientas y también crecer yo con ellos. Y como en mi entrenamiento propio mezclo técnicas, quería abrir uno de esa índole, donde al principio vamos a enfocarnos en Suzuki, pero también haremos Viewpoints, Terzopoulos, Butoh y el entrenamiento de improvisación de Roberta Carreri.

El actor tiene que entrenarse todos los días, el entrenamiento te hace llegar más lejos. Y eso yo lo siento: cuanto más me entreno, la magia sucede más rápido. El entrenamiento te da más vida, más verdad y aún más preguntas, te hace vivir en la pregunta constante. El actor quiere mover al público, que tiemblen, que se tensen, que les pasen cosas, y para que eso ocurra primero uno tiene que estar superentrenado.

●●● Preséntanos la obra que estrenas en breve…

La obra se llama Tríptico. ¿Por qué? Porque lo es: son tres obras cortas interrelacionadas entre sí, y en las tres suceden tres personajes diferentes en mí. Estas tres obras te llevan en tres diferentes recorridos, y trata sobre la identidad: ¿quiénes somos? ¿Cuál es nuestra historia? ¿Quién la construye? ¿Nosotros, el mundo que nos rodea, tenemos decisión en eso? Y honestamente los tres personajes me derriten: abren mucho, son muy bellos. Esta obra para mí es como la vida, está sumamente ligada con mi entrenamiento y es un presente puro. Mi objetivo con este proyecto en particular es dar a las personas, como me doy a mí en cada ensayo, una experiencia que no hayan tenido antes.

Además, se representa en El Pasillo Verde Teatro, en la zona de Acacias, muy cerca de Madrid Río. Lo han creado artistas escénicos que necesitaban abrir un espacio para hacer el teatro en el que ellos tenían fe. Realmente lo tienen muy bien: es hermoso, la acústica es muy buena, los asientos son cómodos y tiene un aforo de 50 espectadores, que para este proyecto es ideal. En octubre allí habrá tres funciones: el estreno el día 14 a las 20:30, luego el 21 a la misma hora, y el 23 a las 17:00 en inglés. Estas fechas son las que tenemos por ahora, y después hacemos funciones en Buenos Aires en diciembre y el año que viene posiblemente una temporada en Barcelona y está por concretar otra en EE UU. Aquí en Madrid ampliar funciones dependerá de la respuesta del público.

●●● ¿Algún mensaje para los lectores?

Primero gracias por leerme, por prestar atención; que prestar atención es dar amor, o sea que gracias por su amor. Y deseo que vengan a acompañarnos al teatro, que les queda supercerca, y les garantizo un precioso viaje en la obra: un viaje en el que se les va a suspender el tiempo y el espacio y en el que van a sentir cosas muy variadas.

 ‘Tríptico’ 

  • El Pasillo Verde Teatro.  (Pº de la Esperanza, 23-25)
  • Funciones: 14 y 21 de octubre (20:30), y 23 de octubre (17:00, en inglés)

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