Esta ‘madrileña inevitable’, también autora y directora de escena, ha formado parte del jurado del 34º Certamen de Cortometrajes de Carabanchel
Nieve de Medina se define como “madrileña inevitable, actriz, autora y directora de escena”. “Sobre todo soy una persona inquieta —confiesa—. Creo que en mi vida me ha podido demasiado la pasión y las ganas de expresar a través de mí sentimientos, vidas de otros, belleza, armonía, música, danza y todo lo demás, quizá en busca de un reconocimiento que yo notaba que me faltaba como ser humano”. Recientemente ha formado parte del jurado del 34º Certamen de Cortometrajes, dentro de la 42ª edición de la Semana de Cine Español en Carabanchel, lo que me ha proporcionado una excelente “excusa” para hacerle la entrevista que sigue.
●●● Has formado parte del jurado del certamen de cortometrajes del Festival de Cine Español en Carabanchel… ¿Qué tal la experiencia?
La experiencia ha sido buenísima. No era la primera vez que yo era jurado de un festival, pero siempre es duro y te confronta contigo mismo cuando tienes que valorar el trabajo de los demás, aunque es apasionante sin duda.
●●● ¿Ha sido difícil valorar?
Sí ha sido difícil, porque el nivel era muy alto. Había muchísimos cortos, y todos merecían algún premio: si no era de interpretación, era de iluminación, de guion o de cualquier otra disciplina… Todos merecían premios, para mí desde luego.
●●● ¿Has querido siempre ser actriz?
Empecé siendo bailarina, pero rápidamente descubrí que quería dar un paso más allá y sabía que quería ser actriz.
●●● ¿Qué te atrajo de esta profesión?
Refugiarme en otras y así no tener que dar la cara siendo yo. Fui una tímida enfermiza, y gracias quizá a esta profesión he conseguido ser un poquito más normal. Estaba cómoda y tranquila oculta tras la personalidad de cualquier otra mujer.
●●● ¿Qué te parece lo mejor y lo peor de ella?
Lo mejor es poder viajar y vivir experiencias muy ricas que teniendo un trabajo más convencional no podría, y lo peor es que a veces son tremendos los tiempos de vacío a los que la profesión te obliga.
●●● De entre los que has representado hasta el momento, ¿qué papel o papeles te han marcado de forma especial?
El papel de Ana en Los lunes al sol marcó mucho mi carrera. Hay un antes y un después de ese papel, de la nominación a los Goya y de un montón de premios. Y en teatro, un pequeño trabajo que hice en el Teatro del Barrio sobre la autora y escritora Carmen Martín Gaite. Hice un monólogo sobre su vida, y me ha marcado muchísimo: ha sido la primera vez que yo hacía un personaje que había estado vivo y que era real, y además pilló pandemia y me ha dejado muchísima huella ese personaje y ese trabajo.
●●● Hasta ahora, ¿qué ha sido lo más complicado a lo largo de tu carrera?
Lo más complicado es no perder el timón ni en la templanza ni el valor que uno tiene en las épocas en las que no hay trabajo. Esos momentos son durísimos a nivel psicológico: te pueden destrozar anímicamente, y para mí hasta ahora eso es lo más complicado.
●●● ¿Y lo más gratificante?
Saber que soy actriz por encima de todo porque me lo he demostrado a mí misma cada vez que me subo a un escenario y que la posibilidad de subirse sigue ahí abierta hasta que ya seas muy mayor. Poder hacer personajes de anciana creo que va a ser muy gratificante también. Seguir avanzando en mi profesión y en algún momento poder echar la vista atrás y ver todo lo que he hecho, cuáles han sido mis criaturas.
●●● Además de actriz, eres directora de escena, y también bailas y escribes... ¿Cuál de tus vehículos expresivos dirías que te resulta más natural a la hora de sacar lo que tienes dentro?
Empezó siendo el baile, de forma natural fue lo que inmediatamente apareció, pero la profesionalización del ballet y el mundo de la danza era excesivo para mí. Quizá ahora que hay tantas formas de tomarse la carrera de danza habría sido de otra manera, porque yo era muy libre y muy anárquica en esta disciplina; de hecho sigo bailando, sigo yendo a clases de baile todos los viernes… Pero la verdad es que creo que de camino en esta vida perdí a una bailarina. Lo siguiente, y de manera muy, muy, muy natural en mí, fue la interpretación. Todo lo demás ha venido dado, porque te contaminas tú misma en la profesión y todo te apasiona, y quieres indagar y explorar nuevas disciplinas.
●●● ¿En qué estás ocupada en estos momentos?
En estos momentos en que me pilláis, ahora, esta mañana de febrero, preparando... Lo único que puedo deciros es que empiezo una serie de audiolibros que terminaré como para verano. Un proyecto enorme muy grande que tengo muchísimas ganas de arrancar.
●●● ¿Proyectos a corto-medio plazo que puedas contarnos?
Tengo también un documental, y estamos intentando moverlo por asociaciones vecinales, por colectivos interesados en el cine y por algunos festivales de cine pequeños o algunas semanas de la cultura, que trata sobre sobre dos hermanos míos que fallecieron en pandemia y cómo un tercer hermano que vivía con ellos que tiene esquizofrenia paranoide fue capaz de reponerse a lo que ocurría, a esta adversidad terrible, y salir adelante. En éstas me hallo inmersa por ahora.
●●● ¿Cómo es tu relación con Carabanchel?
Carabanchel ha sido un lugar donde ir a ensayar. No sé por qué razón, es un barrio que tiene locales de ensayo y espacios donde puedes ensayar por todos lados. La verdad es que la relación que tengo con Carabanchel ha sido ésa, la de trabajo, y luego un regalo de la vida: en un documental que hice hace unos años, el primero que hice sobre la enfermedad mental de mi hermano Pablo, me tuve que poner en contacto con Rosendo Mercado para pedirle los derechos de una canción, que él nos cedió sin cobrarnos nada. Carabanchel es un barrio que me parece mítico de Madrid, muy relacionado también con el rock y con el cine, y me mola mucho.
●●● Para terminar, ¿quieres enviar algún mensaje especial a nuestros lectores?
Que no dejen de ir al cine, que no dejen de consumir cultura, que sean felices y que defiendan lo suyo, por supuesto, el barrio.