Las mujeres de Carabanchel Alto, y dentro del llamado nivel de la tercera edad, queremos informar a las vecinas de los pasos que estamos dando para que la autoridad competente ponga un poco de orden en la gestión, a nuestros ojos anómala, en las oficinas bancarias.
Cualquiera de nosotras necesitamos ser atendidas en las oficinas donde tenemos nuestra cuenta, y nos encontramos con barreras que no son fáciles de traspasar:
— O no puedes acceder en todos los bancos a la solicitud de cita de manera puntual, pues nadie coge el teléfono; o no te la facilitan por internet, pues no te contestan. Con el añadido correspondiente de que no todas las personas tienen acceso a internet ni saben manejarse con las nuevas tecnologías.
— O si hay que aclarar alguno de los muchos datos que se precisan te quedas sin poder hacer la gestión porque ni siquiera te ofrecen cita para más tarde.
— Además de los posibles cambios que necesitamos hacer, sin que sepan darnos una respuesta lógica o remitirnos adecuadamente a quien la sepa, y de nuevo otra cita y vuelta a empezar.
Somos mujeres con todas nuestras capacidades físicas e intelectuales que nos hacen ser independientes hasta ahora, pero parece que hay un empeño en quitarnos esa autonomía con el fin de hacernos dependientes y por lo tanto más influenciables. Por ello enviamos una carta al Defensor del Pueblo, al gobernador del Banco de España y a la ministra de Hacienda.
Estamos escandalizadas viendo que ante este problema, que afecta a muchos ciudadanos, los gestores de la banca no lo tengan en cuenta e intenten dar soluciones reales. Que se dejen de respuestas bonitas para la prensa sin resultados fieles y comprometidos con los usuarios, ya que su negocio funciona gracias a nosotros.
