Los hechos ocurrían la noche del 29 al 30 de mayo en la plaza de San Vicente de Paúl. El calor extremo, entre las posibles causas del suceso
Un joven de 25 años ha resultado herido grave tras caerle encima una rama de un olmo siberiano, un árbol de gran porte, en la plaza de San Vicente de Paúl. El suceso ocurría poco antes de las doce de la noche del jueves 29 de mayo, cuando el joven se encontraba sentado en un banco de la plaza junto a otra persona, que resultó ilesa.
Avisados los servicios de emergencias, se presentaron en el lugar de los hechos: “A nuestra llegada [el herido] está agitado, tiene un traumatismo craneoencefálico severo y una luxación de la cadera izquierda. Se le estabiliza, se le aísla la vía aérea y se le traslada en estado grave con preaviso hospitalario al Hospital Clínico”, relataba Natividad Ramos, jefa de guardia de SAMUR-PC. Paralelamente, Bomberos de Madrid han troceado la rama y saneado el árbol.
El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, en declaraciones a los medios, ha asegurado que “El árbol había sido revisado y ha sido revisado todos y cada uno de los años. También fue sometido a podas en los años 2022 y 2024. […] Estaba bajo supervisión y se habían llevado a cabo las tareas de mantenimiento y conservación necesarias y, por tanto, según los informes técnicos, en buen estado”. “En Madrid hay 5.700.000 árboles y se supervisan aquellos que tienen un mayor interés, un mayor riesgo, como en este caso, pero, lamentablemente, una circunstancia de ese tipo pasa, afortunadamente no a menudo”, explicaba Carabante, opinando asimismo que el hecho no ha tenido “nada que ver con el calor”.
En cambio, en la inauguración de la Feria del Libro, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, advertía que no son “fechas fáciles las que se vienen”, ya que a los árboles les afecta el “calor extremo”. “Las altas temperaturas son muy perjudiciales para la estabilidad de los árboles, porque debilitan mucho las raíces y, por tanto, pido también extremar la precaución”, manifestaba.
Desde la Mesa del Árbol de Carabanchel aclaran que el hecho de “que se hicieran podas dos años no disminuye el riesgo de caída de ramas de gran grosor”, y de hecho “excesivas podas pueden debilitar al árbol”, señalando que “hay otro tipo de mantenimiento que se debe hacer en estos casos”. Este colectivo sí apunta al calor como uno de los factores que han podido influir de manera importante en este suceso: “el calor y la sequedad del verano influyen en la masa forestal. El árbol sufre el conocido como ‘efecto manguera’. Cuando absorbe agua, la tensión hace que la rama se mantenga estable; pero si, debido al calor, las hojas evaporan más líquido del que el árbol es capaz de absorber, la rama se dobla y puede partirse, como puede haber sido el caso”, explican.