La brecha digital es una de las formas de desigualdad que más patentes han quedado a partir de la aplicación de las distintas medidas ante la pandemia de COVID-19. La necesidad de utilización de las nuevas tecnologías se ha elevado y ha traído nuevos desafíos a esta nueva normalidad. Ya sea para trabajar o buscar trabajo, formarse, socializar o incluso para el ocio, los medios digitales han tomado un papel muy protagónico en nuestras vidas.
Esta distribución desigual de uso de nuevas tecnologías, tanto de acceso como de conocimiento, puede responder a criterios de género, edad, geográficos, sociales, económicos o culturales. Con el objetivo de atender a esta necesidad social, el equipo de Carabanchel del Servicio de Convivencia y en alianza con el Espacio de Igualdad María de Maeztu, hemos organizado e impartido tres sesiones de asesoría digital llamadas “Mujer Digital”, los miércoles de noviembre en este espacio.
En estas sesiones con aforo limitado, orientadas al uso de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana, hemos abarcado contenidos a nivel usuaria en torno al manejo de herramientas básicas de comunicación, gestiones digitales, conectividad y redes sociales. También hemos trabajado el uso del correo electrónico, el almacenamiento en la nube, herramientas “Office” orientadas al trabajo o al estudio, seguridad en las redes y mensajería instantánea, entre otros contenidos.
Entre nuestros objetivos ha estado disminuir esta brecha digital que afecta especialmente a las mujeres, aportando contenidos y consejos de uso para un aprendizaje orientado al uso cotidiano de las tecnologías en dispositivos móviles. Ayudando a descubrir un camino a la autonomía y seguir tejiendo relaciones vecinales en el distrito de Carabanchel, en tiempos que es, más que nunca, tan necesario seguir conectados a pesar de la distancia social y aportar recursos para la búsqueda de empleo.
