Madrid Ciclista expresó su oposición a las vías segregadas en una charla organizada por la A.V. de Carabanchel Bajo
ROBERTO BLANCO TOMÁSEl 21 de septiembre, en el Centro Cultural Oporto y organizada por la Asociación de Vecinos de Carabanchel Bajo, tuvo lugar una charla a cargo de Madrid Ciclista que abordó la circulación en bicicleta por la capital. En este sentido, la asociación de ciclistas defendió la no segregación del tráfico y el peligro latente en los carriles bici, criticando las recientes obras realizadas en la avenida de Oporto y aledañas.
Madrid Ciclista defiende una visión del tráfico como un fenómeno colaborativo en el que todos los actores participan sin necesidad de segregación. Así, defendía el orador, “el tráfico no es una batalla: un ciclista dentro del tráfico es predecible, no necesita nada especial”, en alusión a los carriles bici. En cambio, “cuando hay segregación no se ven llegar unos vehículos a otros: hay ángulos ciegos”, argumentó, “lo que causa riesgo a todos los actores”.
Por todo ello, Madrid Ciclista se declara en contra de los carriles bici, pues considera que les ponen en riesgo, les hacen ir más despacio y ponen también en riesgo a los conductores de coches, además de dificultarles su labor”. En su criterio, la solución a este problema es ahondar en lo que definieron como “Modelo Madrid”, caracterizado por compartir calzada, el respeto mutuo y la cooperación por la seguridad, la circulación disciplinada, los ciclistas fuera de las aceras y la formación.
Asimismo, la asociación ciclista reclamó facilidades en destino para potenciar el uso de la bicicleta, como aparcabicis, vestidores y posibilidad de usar el transporte público para itinerarios largos. Además, denunció las grietas en el asfalto, “mucho más peligrosas para las bicis que para cualquier otro tipo de vehículo”; y reclamó la formación para adultos, concluyendo que “la gente debe aprender a circular en bici igual que aprendió a circular en coche”.
El orador concluyó su intervención manifestando la oposición de la asociación a nuevas vías segregadas, “a nuevos Oporto, General Ricardos e incluso Madrid Río”. En el caso concreto de la avenida de Oporto, declaró que antes la usaba habitualmente y ahora no lo hace, pues estima que supone un peligro. A continuación se abrió un turno de palabra en el que prácticamente todos los presentes quisieron participar para demostrar su indignación por las obras realizadas en las inmediaciones. “Nos han destrozado el barrio”, resumió un vecino, a lo que otra de las asistentes añadió: “lo han hecho sin consultar a nadie: ni a los vecinos, ni a los comerciantes, ni a las asociaciones… Como hechos consumados”.
