La Presión popular detiene el desahucio de Julia

La presión popular detiene el desahucio de Julia
A.P. CARABANCHEL

[caption id="attachment_978" align="alignleft" width="200"]AP Carabanchel 15M AP Carabanchel 15M[/caption]

La mañana del 16 de octubre se conseguía parar durante un mes el desahucio de Julia y Paloma, madre e hija, sufriendo ambas graves problemas de salud. Julia tiene 80 años, padece cáncer, vive junto a su hija de 46 años y sufre una discapacidad. Viven en un piso de la EMVS que fue vendido, junto a otras 1.800 viviendas, a Fidere, la inmobiliaria del fondo buitre Blackstone. La pensión de 600 euros de Julia no alcanza para pagar los más de 500 euros de alquiler, y ya debe unos 7.000 euros a la inmobiliaria. Julia accedió a la vivienda protegida por sus problemas de salud, aunque hace un año pasó de ser una vivienda pública a ser un activo más de un fondo buitre con el que especular y enriquecerse.
Desde primera hora, un numeroso grupo de personas se daban cita frente al portal de la calle Salvador Allende, 12, junto a varios efectivos de Samur Social, así cómo un gran número de reporteros de mass media, ya que el caso de Julia había sido publicado en varios medios durante la semana. En torno a las 13:00 se presentaba en la puerta una patrulla de la Policía Municipal acompañando a dos personas pertenecientes a la comisión judicial. Comenzaba entonces la negociación entre la gente de Asuntos Sociales, abogados y activistas con la comisión. Julia y su hija bajaron a la calle para asistir a la negociación, portando Julia una muleta y teniendo que ser ayudada para desplazarse.
Se produjeron unos momentos de tensión por los gritos de indignación del gran número de vecinos que presenciaban la situación, lo que desencadenó el desmayo de Paloma, que tuvo que ser asistida por el Samur, mientras la comisión judicial se parapetaba en el interior de una de las furgonetas de Samur Social. Alrededor de todo esto, se producía un circo mediático con cámaras de televisión corriendo de un lado a otro, reporteras esperando a entrar en directo en el patio de la vivienda y baile de libretas recogiendo lo que acaecía en este “desahucio espectáculo”, que lo es por lo flagrante, pero esos mismos medios obvian el día a día de la lucha por el derecho a la vivienda y los cientos de desahucios que se producen a diario, algunos parados y otros no. Se puede reconocer el valor de estas visitas en cuanto a la difusión de esta tremenda lacra que sufrimos y por el ambiente apaciguador que transmite a la Policía la presencia de la televisión. Pero también se debe remarcar el carácter amarillista de esta asistencia de los medios a los barrios, acudiendo solo en los peores casos y por eso vendibles como producto que consumir y digerir por una sociedad casi ciega a los problemas comunes que se sufren día a día en el vecindario. Mencionaremos también la atracción que produce en algunas personas este inusitado interés de los grandes medios y la “dura pugna” por coger buen sitio en el encuadre que parece ocurrir al encenderse los pilotos rojos.

[caption id="attachment_977" align="alignright" width="200"]AP Carabanchel 15 M AP Carabanchel 15 M[/caption]

Finalmente la presión popular y la mediación vecinal han forzado el aplazamiento del desahucio hasta diciembre, cuyo anuncio se ha visto emborronado por la masiva llegada de efectivos de la Policía Nacional, que han cortado la calle y han amagado con realizar la detención de un vecino, evitada nuevamente por la presión vecinal y presumiblemente “para evitar altercados mayores”.
La foto del día se ha producido instantes después en el patio de la finca tras la firma del aplazamiento, donde Julia ha podido unirse, sentada en una silla, a la jubilosa celebración del “¡sí se puede!”.


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