Hazte un favor, evita las infecciones de transmisión sexual

CENTRO DE SALUD QUINCE DE MAYO

Las infecciones de transmisión sexual (ITS), también llamadas enfermedades de transmisión sexual o venéreas, son un conjunto de infecciones que se transmiten a través del contacto sexual durante la práctica de sexo vaginal, anal u oral, con una persona que esté infectada. Pueden estar causadas por distintas bacterias (gonorrea, sífilis, clamidia…), virus (herpes, “verrugas”, papiloma, hepatitis B, VIH…) y parásitos (tricomonas…). Algunas de estas infecciones también se pueden transmitir a través de la sangre, al usar jeringuillas previamente utilizadas por otra persona que las padece (hepatitis B y VIH).

La hepatitis B  y el papiloma son las únicas infecciones de transmisión sexual para las que existe una vacuna. Si no te has vacunado de hepatitis B, es el momento de hacerlo. Díselo a tu médico o enfermera del Centro de Salud o del Centro de ITS. La vacuna es gratuita. La vacuna del papiloma está incluida en el calendario vacunal infantil. Es gratuita dentro del calendario o si es recetada por el médico en determinadas situaciones.

La higiene íntima


Los lavados internos de vagina y ano pueden darte “sensación” de limpieza y frescor, pero además de no evitar estas infecciones, pueden producir irritaciones y favorecer su aparición.

Tanto si utilizas solo agua o productos comerciales, evita los lavados internos o reduce su frecuencia. Si no quieres prescindir de ellos, hazlo una vez al mes (inmediatamente después de la regla si eres mujer).

En situaciones en las que no es posible lavarse con agua y jabón, usa toallitas húmedas para la higiene de los genitales externos. Si tienes alguna duda, consulta en tu centro de salud o en los centros de ITS.

El condón es la mejor protección


Úsalo en el sexo anal, vaginal y oral, tanto si eres mujer, hombre, o mujer u hombre transexual. Evitarás además embarazos no deseados.

En el sexo oral, el riesgo de transmisión del VIH es pequeño, pero es alto el de otras infecciones (gonorrea, sífilis, condilomas…).

Existen condones normales, extrafuertes (para el sexo anal) y de sabores (para el sexo oral). Para evitar roces, molestias o que el condón se rompa, es bueno añadir un lubricante de base acuosa (evitar aceites y cremas).

El uso apropiado exige:
  • No poner el condón demasiado firme en el extremo, dejando 1 o 2 cm en la extremidad para la eyaculación. Si se coloca el condón muy apretado, es posible que falle.
  • Usar un condón nuevo para cada encuentro sexual.
  • No usar un condón demasiado flojo, pues puede hacer fracasar la barrera.
  • No voltear el condón después de haber terminado, aunque no haya habido eyaculación.
  • No usar condones elaborados con tejido animal, que protegen contra la concepción pero no contra el VIH y otras ETS.
  • Evitar dejar el condón en el calor, porque pueden desgastarse.
  • Evitar el uso de lubricantes basados en aceite (o cualquier cosa que contenga aceite) con los condones de látex, ya que el aceite puede hacer que se rompan.
  • Evitar el doble uso de condón, pues la fricción entre ambos puede hacer que se rompan.
No es frecuente que un condón se rompa, y si usas lubricantes es aún más difícil. Si se rompe, acude a Urgencias de un hospital. Si ha sido durante una penetración vaginal, es posible evitar un embarazo no deseado tomando la píldora post-coital antes de 72 horas (anticoncepción de emergencia). Si ha sido durante una penetración vaginal y/o anal, es posible reducir el riesgo de transmisión de VIH con tratamiento post-exposición. Para ello, acude a Urgencias antes de 72 horas.

¡Y el condón también con tu pareja!


Si hasta ahora “nunca te ha pasado nada” al no usarlo… has tenido suerte, pero eso no te garantiza el futuro. El amor y el cariño no protegen de las infecciones de transmisión sexual.

Antes de dejar de usar el condón con tu pareja, podéis acudir juntos a un centro de ITS, donde os aclararán cualquier duda que tengáis. También podréis decidir, si es el caso, qué método anticonceptivo utilizar.

Qué hacer ante la sospecha de una ITS


Algunas ITS dan molestias o producen lesiones en los genitales, otras pasan desapercibidas. Acude a un centro de ITS o a tu centro de salud si cambia algo en tus genitales externos o en el flujo vaginal (color, olor, cantidad), o ante la presencia de picor o escozor.

Recuerda: antes de acudir a un centro sanitario no realices lavados internos en los órganos sexuales (duchas), ni te pongas óvulos o cremas, ni tomes medicinas por tu cuenta. Pueden alterar los resultados de los exámenes.

Sobre el tratamiento de las ITS


Tomando adecuadamente el tratamiento, muchas de estas infecciones se curan. Otras mejoran, aunque el virus causante quede dentro de nuestro cuerpo y lo podamos transmitir (papiloma, herpes, VIH, hepatitis B).

Cada enfermedad tiene su tratamiento. Automedicarse es una mala solución: toma solamente medicamentos recetados por personal médico y no interrumpas el tratamiento aunque te sientas mejor.

En algunas ocasiones el tratamiento lo ha de tomar también tu pareja. Evita tener relaciones sexuales cuando tengas síntomas o sospeches que puedas tener una ITS. En cualquier caso, utiliza condón.

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Dónde acudir


Si tienes síntomas, deseas hacerte una revisión médica o consultar alguna duda, acude a estos centros especializados en ITS:

 
  • Centro Sanitario Sandoval
Calle Sandoval, 7

Metro: Bilbao

Teléfono 91 445 23 28

 
  • Programa Municipal de Prevención del Sida e ITS
Calle Montesa, 22

Metro: Manuel Becerra, Lista o Goya

Teléfono 91 588 51 42

 
  • Centro Madrid Salud Joven
Calle Navas de Tolosa, 10, segunda planta

Metro: Callao, Santo Domingo o Sol

Teléfono 91 588 96 77 / 78

En cualquiera de estos centros:
  • La primera vez que acudas no necesitas cita previa.
  • No hace falta tener tarjeta sanitaria o ser residente.
  • Es gratuito.
También puedes acudir a tu centro de salud.

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