‘En un mundo materialista, la poesía nos da un punto de sensatez’

David Jiménez, poeta, ilustrador, músico y profesor del CEIP Parque Eugenia de Montijo, acaba de publicar ‘64 tankas para una tarde de verano’, su primer libro
ROBERTO BLANCO TOMÁS


David Jiménez es un “carabanchelero de toda la vida” afable y expresivo. Poeta, ilustrador y músico, cuando se refiere a estas artes se detecta enseguida la pasión que en ellas deposita, al igual que en su trabajo de profesor de Música en el CEIP Parque Eugenia de Montijo.



Acaba de publicar su primer libro, 64 tankas para una tarde de verano, excusa perfecta para quedar con él en el parque que lleva el nombre de la castiza emperatriz y conversar muy agradablemente entre pájaros, niños jugando y una suave brisa primaveral, marco incomparable para hablar sobre poesía infantil.



●●● ¿Qué va a encontrar el lector en 64 tankas para una tarde de verano?



Pues va a encontrar poemas muy sencillos compuestos con la estructura del tanka japonés: cinco versos, de arte menor, con 5-7-5-7-7 sílabas cada verso. Están todos centrados en el verano, de ahí el título, y se inspiran sobre todo en recuerdos míos de la infancia y momentos que he vivido con mi hija, aunando de esta forma tres generaciones: la mía, la de mi hija y la de mis padres. Como antítesis de esta sociedad en la que vivimos, tan vertiginosa, he pretendido recoger un poco la filosofía japonesa, de pararse a observar, detener el tiempo y apreciar la belleza de las cosas “pequeñas”: una puesta de sol, un momento que se vive con la mamá… Y ése es de alguna manera el principio por el que se rige el libro.



●●● ¿Y en cuanto a las ilustraciones?



Son mías también… Se dio la oportunidad de poder ilustrar yo el libro, y la aproveché encantado. Para mí fue genial, porque le daba un cariz mucho más personal todavía. Todas ellas de una forma u otra completan el texto.



●●● ¿Por qué poesía infantil?



Llevo escribiendo desde que era muy pequeño. Cuando era más joven, mi poesía hablaba de las cosas que me pasaban entonces, y luego digamos que fue madurando conmigo. Además componía canciones, pues vengo de la canción de autor, y podemos decir que la música era lo que compartía con los demás y la poesía era lo que me guardaba para mí. A esto habría que sumar que soy profesor y que me gusta trabajar en el aula las cosas que yo sé hacer, las canciones y la poesía.



Cuando nace mi hija, siento la necesidad de escribir cosas para ella: los cuentos que le cuento, vivencias más personales, cosas que hemos hecho juntos, y ahí comienzo a tomarme un poco más en serio escribir poesía, y de la intención de recopilar lo que voy haciendo surge la idea del libro. Yo andaba además ese verano leyendo a algunos poetas japoneses, y me parecía que había muy poca poesía infantil y que esa poesía japonesa era perfecta para los niños: muy sencilla en la forma, que recogía un mensaje también muy sencillo pero a la vez muy alejado de cómo se vive actualmente en la sociedad… Así que me puse a ello. Y luego ya cerramos el círculo con las canciones que compuse con algunos de los poemas, porque a mí al final todo me lleva a la música, y pensé que era una cosa que a los niños también les podía gustar.



●●● ¿Cómo ha sido la respuesta?



Pues estoy encantado, porque todo lo que está sucediendo para mí es inesperado. Yo me lancé a la aventura de publicar el libro con la editorial Babidi-Bú, y no sabía muy bien qué iba a pasar… Venía de la música, un mundo en el que hay mucha competencia y no es muy amable, pero en cambio en el de la literatura infantil me he encontrado muchas puertas abiertas. Para mí el objetivo era la publicación del libro y ver así mi obra completada, pero cuando lo he empezado a presentar y la gente se ha acercado a él, la verdad es que las experiencias han sido muy positivas. Luego, en las presentaciones, he aunado la lectura de los poemas y las canciones, y la respuesta de los niños es fantástica. La música para ellos es algo intrínseco, y es un momento muy chulo el de las canciones, porque las han escuchado en YouTube, se las saben, las cantan y se crea como una comunión muy bonita.



●●● O sea que ya tienes fanes…



[Ríe] Sí, sí, tengo pequeños fanes, tengo más ahora que cuando me dedicaba a la música para adultos… Es que el público infantil es muy agradecido: los niños exteriorizan, no tienen nada de pose; se acercan de una forma muy natural, y si les gusta, les gusta, y si no, pues no. No son tontos, no todo sirve: yo soy profe y trabajo con los niños a diario, y son muy naturales pero también muy exigentes: ellos tienen muy claro lo que les gusta y lo que no, y si algo no les gusta se aburren y se van a otra cosa.



●●● ¿Y en qué estás ahora? ¿Algún otro proyecto entre manos?



Me gustaría que este proyecto fuese un poco más a largo plazo y darle una continuidad escribiendo un libro por cada estación del año. Ahora estoy escribiendo los tankas de otoño, que será un poco más extenso que éste. La idea es tener un libro por cada estación, con recuerdos y momentos de cada una de ellas, y que cada libro tenga sus correspondientes dos o tres canciones.



●●● En tu web tienes más materiales, y cómo no, una parte didáctica…



Sí, hay una guía didáctica que recoge 20 actividades para trabajar con el poema en los colegios. Está enfocada sobre todo a niños de entre ocho y diez años, que es la edad en la que podemos sacar más jugo al libro, aunque mi hija tiene cinco y le gusta mucho. Está enfocada a esos cursos de tercero y cuarto de Primaria, pero se puede adaptar fácilmente a primero y segundo o a quinto y sexto. La idea es acercarnos a través del libro a los mecanismos que rigen nuestro lenguaje y reforzar algunos conceptos, sobre todo en el área de Lengua. Es una forma de tratar de impulsar que la poesía se trabaje más en los colegios.



●●● ¿Cómo recomendarías a los niños que se acerquen a la poesía?



La poesía tiene una ventaja sobre otros géneros, y es que no requiere mucho tiempo. A mí siempre me ha gustado eso: en cualquier momento puedes abrir un libro, leer un poco y cerrarlo. Yo siempre tengo un libro de poesía encima de la mesa. Es muy fácil acercarse a la poesía, también para los niños: la musicalidad de las palabras, el ritmo… Hay que leer de todo, pero la poesía yo creo que les da un punto de vista diferente de la realidad: es no dárselo todo mascado, que ellos sean también protagonistas, que de alguna forma recreen qué les está contando el poema, trasciendan y vean un poco más allá… Y acercarles es fácil, porque es un lenguaje que ellos entienden, es el mundo de la imaginación. Y para todos en general: hay que animarse a leer más poesía, que vivimos en un mundo muy materialista, y la poesía nos va a dar un puntito de sensatez… Fíjate, quién nos lo iba a decir [ríe]…


Próxima presentación: 25 de mayo, a las 12:30, en La Central de Callao (C/ del Postigo de San Martín, 8)


Más información:



Web: 64tankasparaunatardedeverano.com




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