El arzobispado bloquea el proceso para la solución al problema del terreno de sta. Catalina Laboure

Ayer 8 de abril, una vez más l@s vecin@s de Opañel salimos a la calle, esta vez a las puertas del Arzobispado de Madrid, para mostrar nuestro descontento por no cumplir éste el plan especial para reestructurar el terreno firmado en febrero de 2017 entre el Arzobispado y el Ayuntamiento de Madrid, y aprobado por unanimidad en el pleno del Ayuntamiento de julio de 2017, por el cual a la iglesia le corresponde ahora una parte diferente del terreno y tiene la obligación de cambiar su valla, pues en este momento invade una parte del terreno que es municipal.

La parcela origen de la reivindicación está situada entre las calles Arroyo de Opañel, Mercedes Domingo y Santa Catalina Labouré y consta de 6.300m². De esta superficie 3.865m² se permutaron con la iglesia y tienen un uso religioso mientras que los 2.435m² restantes son de titularidad municipal y aunque actualmente están clasificados como zona verde constituyen un descampado abandonado y sucio.

Después de 4 años de lucha vecinal, por la que l@s vecin@s paramos la construcción de la cripta que el Camino neocatecumenal quería hacer en este terreno, y de recuperar la zona municipal de la que se apropió la iglesia durante más de 15 años, seguimos reivindicando el uso social para el terreno y un biblioteca para el barrio.

Mientras ésta se hace posible, l@s vecin@s trabajamos en el Proyecto «Jardín de libros nómadas» de Imagina Madrid, dentro del área de cultura del Ayuntamiento de Madrid, para la revitalización de espacios de la ciudad en desuso o infrautilizados.

La idea de l@s vecin@s, junto al estudio de arquitectura Kune office, es que el solar se convierta en un espacio adecuado para fomentar la lectura, la cultura y la ecología mientras llega la biblioteca.

Este proyecto no puede avanzar hasta que el Arzobispado modifique el vallado que delimitaba su antigua parcela y lo adecue a la parcela que le corresponde según el Plan Especial aprobado en 2017.

Una vez más el Arzobispado bloquea el proceso para dar solución a este problema e impide que los vecinos usen ese espacio para introducir mejoras en el barrio y que el solar deje de ser un estercolero.

L@s vecin@s volveremos a concentrarnos ante el Arzobispado el próximo 6 de Mayo.