Dos desahucios y un alquiler social: una semana en Vivienda Carabanchel

En Carabanchel llevamos dos intensas semanas en las que hemos sufrido de lleno el repunte vertiginoso que están experimentando los desahucios en todo el país.
ASAMBLEA POPULAR DE CARABANCHEL

Empezamos con el desahucio salvaje de nuestra compañera Sonsoles, ejecutado por la Policía Municipal y la Judicial en conjunto, con el que dejaban en la calle y sin alternativa habitacional a una menor de dos años, Aisha, y a su familia. El piso era propiedad de SAREB, el banco malo, quién se negó en todo momento a negociar con la afectada para tratar de encontrar una solución que fuera lo menos perjudicial posible para ambas partes.

Continuamos con el desahucio de Viviana y sus seis hijos, cinco de ellos menores, a manos de Bankia, dos semanas después de que el propio banco rescatado con fondos públicos lo vendiese a un fondo buitre. La Policía acordonó la zona desde las cinco de la mañana, y las diez unidades de UIP que asistieron impidieron a las vecinas acercarse a expresar su solidaridad. La alternativa habitacional que se les ofreció en este caso fueron dos días de estancia en un albergue para ella y sus hijos.

Sin embargo, el movimiento de vivienda, por mucho que acuse los golpes, sigue siempre firme en la denuncia de las injusticias cometidas por los bancos y los fondos de inversión, y en este caso no iba a ser menos: organizó una protesta frente a la bolsa para señalar a los culpables de estos y todos los desahucios.

Por otro lado, la buena noticia de la semana nos la trae una vez más la lucha incansable y en todos los frentes de nuestra compañera Maribel, que ha conseguido forzar a Bankia a aceptar un alquiler social de 150 euros al mes. Maribel es madre trabajadora, trabaja en el sector de la limpieza y su nómina solo alcanza los 590 euros al mes. Tiene tres hijos menores a su cargo. Pagó mensualidades de hipoteca a Bankia durante muchos años hasta que no pudo más. Bankia la quería desahuciar. Con mucha lucha y mucha presión hemos conseguido que le dé un alquiler social de 150 euros al mes, le quite la deuda y renuncie a desahuciar al avalista. Un gran éxito para una persona que lo necesitaba y que ha luchado mucho.

Igualmente nos llena de satisfacción y de optimismo ver que personas afectadas se han convertido es auténticas especialistas en derecho inmobiliario y son capaces de asesorar a otras familias afectadas con una gran eficacia.

La lucha sigue, y la pesadilla de los desahucios de familias no cesa. En julio tendremos que afrontar más, movernos mucho y estar muy alerta. Muchos de los desahucios que se han paralizado temporalmente durante el curso escolar lo han sido porque hemos planteando que el desarraigo afectaría al rendimiento escolar de los hijos. Al haber acabado el curso escolar nos llega fecha de ejecución de esos desahucios, que se suman y forman un gran número pese a que las familias no pueden encontrar una alternativa habitacional en un mercado inmobiliario que sufre una nueva burbuja fruto de la mera especulación desbocada.

Igualmente, la entrada en vigor de nuevas leyes que facilitan los desahucios será un obstáculo más para que las familias no pierdan sus viviendas, y serán quienes menos tienen quienes se verán más expuestos e indefensos  a la hora de poder quedar en la calle.

¡Seguimos!

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