Las Voces del Barrio: Patricia García

Hoy traemos un nuevo capítulo de Las Voces del Barrio. Esta, es una sección que pretende mostrar las realidades, las historias y las vidas de nuestros vecinos y vecinas de Carabanchel. En Las Voces del Barrio queremos recuperar ese espíritu de barrio que poco a poco se ha ido perdiendo en las últimas decadas y que ha hecho que nuestro vecino o vecina sea un auténtico desconocido. 

Queremos conocer vuestras historias. Cada mes, descubriremos una nueva Voz del Barrio. Si quieres participar, puedes mandarnos un correo a davidgarcia@avocesdecarabanchel.es o contacto@avocesdecarabanchel.es 

Hoy conocemos a Patricia García, 34 años. Toda una vida en Carabanchel. 

► ¿Quién es Patricia García? 

Tengo 34 años y llevo toda mi vida en Carabanchel. Estuve un tiempo viviendo fuera pero practicamente toda mi vida la he pasado en el barrio. De hecho, mi pareja y yo nos hemos independizado y nos hemos quedado aquí. Empezamos a mirar otros sitios pero al final te quedas en el barrio. Es donde más agusto vas a estar. 

► ¿Cómo fue tu infancia en Carabanchel?

Tengo muchisimos recuerdos de las antiguas fiestas de San Pedro y Santiago en la Plaza de las Palmeras. Recuerdo jugar en los parques que antes estaban mucho más cuidados que ahora y por supuesto los paseos al colegio. Recuerdo estar todo el día jugando. 

► ¿A qué te dedicas ? 

Ahora mismo estoy en paro. En cuanto a profesiones, soy un poco de todo. Monitora de ocio y tiempo libre, pedagoga y sobre todo, educadora social. De hecho, estaba trabajando en Carabanchel, en un proyecto del Ayuntamiento, mano a mano con los servicios sociales del barrio.  

► ¿Cuáles son tus mayores preocupaciones? 

Ahora mismo, lo que más me preocupa es encontrar un trabajo. Mi generación ha tenido la mala suerte de vivir dos crisis en una etapa muy importante de la vida. Somos una generación precaria. En mi grupo de amigos, ninguno tiene un trabajo fijo, sin preocupaciones. Somos todos temporales, con trabajos precarios y poca estabilidad. 

También me preocupa mucho la situación de la sanidad pública, el desmantelamiento que se lleva produciendo desde 2012. 

► ¿Cómo fue el proceso de independizarse?

Fue relativamente fácil porque contamos con el apoyo familiar. Si no, hubiera sido imposible. Los precios son muy altos. Nosotros nos independizamos hace unos 6 años y si no hubieramos tenido ayuda de la familia habría sido muy difícil. Te encuentras con pisos de 50 metros cuadrados por 800 euros en Carabanchel. 

Por el tema del precio, nos llegamos incluso a plantear salir del barrio. Sin embargo, el precio era bastante similiar en vallecas y villaverde. 

► ¿Qué cosas te hacen feliz en tu día a día? 

Mi niña, de 8 meses, ahora mismo es la felicidad absoluta. Estar con la familia, con mi pareja. Antes lo valoraba mucho pero este último año ha hecho que lo valore aún más. Muchas veces no damos importancia a los cosas que realmente son importantes. 

► ¿Qué es lo que más te gusta de Carabanchel?

No puedo decirte nada concreto. Me gusta todo. Me gusta salir por el Parque de Eugenia de Montijo, salir por la zona de Oporto. 

► ¿Tienes un lugar favorito en el barrio?

Me gusta mucho el Estanque de las Brujas. No tengo ningún recuerdo concreto pero me encanta la magia de ese espacio. De hecho, cuando salimos del confinamiento dije, quiero ir al Estanque de las Brujas. 

► ¿Qué no te gusta de Carabanchel?

El estado de las calles. Hay algunas super estrechas. Me he dado cuenta con el carrito de la niña que hay algunas calles por las que no se puede pasar. La masificación de los centros de salud es otra cosa a destacar. Es necesario abrir más centros de salud y dotarles de recursos. 

Creo que deberíamos ser también más reivindicativos. Hay cosas que deberían cambiar. Por ejemplo la sensación generalizada de ausencia de barrio. Hay zonas, como Carabanchel Alto o Comillas, en las que si se siente una sentimiento de pertenencia y vecindad. Sin embargo, la zona intermedia no cuenta con ese espiritu de barrio. 

Yo recuerdo salir con mi abuela a la calle, con las sillas y hablar con los vecinos. Eso se ha perdido por completo. Creo que la gente está más cansada a nivel mental, tenemos menos tiempo. Es un cúmulo de cosas. 

► ¿Has estado en algún movimiento asociativo dentro del barrio?

Si, estuve en la creación de la Casa del Barrio. Fue un proyecto muy bonito que contó con la participación de muchas asociaciones del barrio. También participé en la organización de las cabalgatas del barrio, justo antes de la llegada de Carmena. El Ayuntamiento eliminó las cabalgatas de los barrios y nosotros comenzamos a organizar las cabalgatas populares. 

► ¿Cuáles son tus aficiones?

Me gusta mucho leer pero la verdad es que durante el confinamiento he leído menos de lo que querría. Al final, acaba releyendo los mismos libros. También me gusta escribir, de hecho he escrito un libro. 

Disfruto saliendo con mis amigas, que hace un montón que no las veo y sobre todo, viajar. Es una cosa que necesito recuperar ya. 

► ¿Un mensaje a los vecinos?

Les diría que mucho ánimo, que ya no queda nada para salir de esta y que por favor, se vacune todo el mundo. También les diría que nos unamos un poco en reivindicaciones que afectan a todos los vecinos. 

LA CHICA QUE ESCRIBÍA LETRAS AL MAR

► ¿Por qué decides escribir este libro?

Cuando era pequeña prometí a abuelo que escribiría un libro sobre Carabanchel. La verdad es que no tiene nada que ver pero al menos he cumplido una parte de la promesa. Siempre había tenido como objetivo escribir un libro. Antes del confinamiento tuve un trabajo bastante estable y pensé, si no lo hago ahora, no lo hago nunca. 

Este es un libro de relatos, de poesía y sobre todo de emociones. Hay un poema, en el que el barrio está presente. Es un recuerdo a mis abuelos y a esos paseos durante la infancia. 

EL MISMO VIAJE

A veces, más de treinta años después, 

hago el mismo camino que hice durante años. 

Pero la compañia no es la misma. 

Y eso era lo importante,

aunque me haya dado cuenta tarde. 

El trayecto es mucho más largo porque no estáis, 

porque no vamos cantando

ni jugando al veoveo, 

ni gritando a voz en grito cuanto nos queremos. 

 

El camino es mucho más largo

porque no tengo vuestra mano para agarrarme, 

porque no tengo vuestros brazos para resguardarme en un abrazo cuando llueve, 

un abrazo que siempre salvaba del miedo. 

La ausencia de vuestra compañia, 

es el recuerdo del camino que hacíamos hace más de treita años. 

 

Compañía y guías en ese camino

y en otro mil. 

El camino nunca será el mismo. 

Siempre estará lleno de vuestro recuerdo. 

”Abuelos” es una de las palabras que duelen cuando 

no puedes volver a decirlas más. 

 

A vosotros, allá donde estéis. 

Gracias eternas, Eugenia y Jesús. 


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