Quejas de los vecinos del Camino Viejo de Leganés

REDACCIÓN
Este mes hemos recibido diversas quejas de vecinos y comerciantes de la calle del Camino Viejo de Leganés. A la indignación por el deterioro del barrio, que viene de lejos, se ha sumado ahora también la alarma y preocupación por contemplar en la zona, cada vez más, “gente de mal vivir” con venta de productos estupefacientes, consumo de alcohol, drogas, y en algunos casos ejerciendo la prostitución. Todo eso además de peleas campales entre ellos, en ocasiones con armas blancas. Esto, nos dicen, pasa desde la luz del día hasta el día siguiente, especialmente los fines de semana.
Ante esta situación, los vecinos del lugar ya tienen miedo de salir de sus hogares y hacer una vida normal paseando por las calles con los niños y en familia o utilizar la cancha deportiva, que es el único lugar de la zona donde se podría aprovechar para estar con los niños y verles practicar algún deporte, pero se la encuentran con botellas de cerveza, jeringuillas, preservativos y la basura que estas personas van tirando.
Los vecinos ven inseguridad y “escenas obscenas” que les disuaden de estar allí. Es lamentable el deterioro del lugar, ya que este barrio tiene vida por las mañanas, aunque los comercios cada vez están más apagados por la crisis. Sus habitantes prefieren estar dentro de sus hogares y no salir, o estar fuera del barrio visitando otros lugares menos conflictivos.
Algunos de estos vecinos denunciaron a la Policía Municipal, pero hasta la fecha no han conseguido absolutamente nada. Según nos explican, vienen, hacen desalojar el lugar, y al día siguiente es como si no hubiera pasado nada, quedando en las mismas. Ante ello piden públicamente al vecindario e instituciones que se implicaran para buscar una solución a estos hechos. Consideran, así, muy importante la colaboración vecinal en el barrio para quitarse ese miedo e inseguridad que se ha introducido en las vidas de los vecinos de los alrededores de la cancha deportiva, y así poder disfrutar del lugar donde viven, paseando por sus calles con los niños para que a éstos les sea posible gozar de su espacio de libertad y de juegos de niñez.